Según un estudio de la Escuela de Gobierno de la PUCP, los congresistas perulibristas migraron a cuatro bancadas. La otra agrupación que perdió más parlamentarios es Acción Popular.
Perú Libre es la agrupación política que más congresistas ha perdido en estos tres años. De tener 37 parlamentarios ahora solo tiene 11. Según un estudio de la Escuela de Gobierno de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), se trata de la organización política más fragmentada, pues sus integrantes se fueron a cuatro bancadas distintas.
Como se sabe, la primera facción en dar un paso al costado en este partido fueron los congresistas - profesores que se afiliaron para las elecciones del 2021 de la mano del expresidente Pedro Castillo. Ellos cambiaron de camiseta y formaron su propio grupo parlamentario: Bloque Magisterial.
Los otros dos grupos parlamentarios que aparecieron y se formaron con disidentes del cerronismo son Perú Bicentenario, bancada que hasta la fecha existe, y Nueva Constitución Socialista, que luego se desmoronó.
La última renuncia a Perú Libre fue del congresista Wilson Quispe, quien hasta la fecha se mantiene como no agrupado. El parlamentario denunció un giro ideológico en esta agrupación. Y no es el primero que lo destaca al dar un paso al costado. En julio del año pasado los legisladores Silvana Robles, Alex Flores, Jaime Quito y Alfredo Pariona hicieron lo mismo al estar en desacuerdo con que Waldemar Cerrón postula en una misma fórmula con el fujimorismo para la Mesa Directiva.
En estos tres años, los desacuerdos generaron que la agrupación de Vladimir Cerrón pierda el 70% de sus legisladores.
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Pero no son los únicos con pérdidas notorias. La segunda agrupación que más se desmoronó es Acción Popular: ingresaron con 16 congresistas y ahora son 9. Estas divisiones son el reflejo de las pugnas internas que hay en el partido de la lampa.
En agosto del año pasado ocho integrantes de su grupo parlamentario renunciaron debido a que fue elegido como vocero el congresista Darwin Espinoza. Sin embargo, con la asunción del nuevo secretario general de Acción Popular, Juan Abad, y con las denuncias que pesan en contra de Espinoza, el acuerdo entre el partido y la bancada fue cambiar de portavoz.
Y así fue, asumió ese puesto el congresista Elvis Vergara. El otro acuerdo fue que regresen los disidentes, hasta el momento el único que ha retornado es Ilich López. La sobrina del secretario general de Acción Popular trabaja para el legislador López en el Congreso.
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Del bloque disidente, hay uno que no regresará así las puertas estén abiertas: José Arriola, quien se sumó a las filas de Podemos Perú. En Acción Popular le abrieron un proceso disciplinario para expulsarlo.
El otro grupo parlamentario con pérdidas mayores es Renovación Popular. En la pasada legislatura renunciaron cuatro parlamentarios: José Cueto, Jorge Montoya, Gladys Echaiz y Javier Padilla. Ellos formaron, junto a Héctor Acuña, la bancada Honor y Democracia.
La bancada conservadora tuvo que repatriar a los congresistas Diego Bazán y Norma Yarrow, quienes en principio ingresaron a este Congreso con Renovación Popular y luego se fueron a Avanza País y al final terminaron regresando a su grupo de origen. Otra adhesión ha sido de la parlamentaria Jéssica Córdova Lobatón, quien estaba en Avanza País.
De esa manera buscaron llenar el vacío que dejaron los cuatro renunciantes.
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En el Congreso se ha discutido en diversas oportunidades la aprobación de una ley que sancione los cambios de bancada. El 6 de junio del año pasado la Comisión de Constitución aprobó un dictamen para supuestamente fortalecer los partidos políticos y evitar el transfuguismo, pero hasta la fecha no es aprobada en el Pleno.
La razón es que no tiene los votos y porque el cambio de bancada es una conducta normalizada en el Parlamento y no necesariamente por un factor ideológico. Conformar un grupo parlamentario te da derecho a integrar o presidir una comisión ordinaria, la Junta de Portavoces y tener mayor capacidad de negociación en las elecciones de la Mesa Directiva.
Justamente los cambios de grupo parlamentario suelen ocurrir en vísperas de la elección de la nueva presidencia del Congreso, debido a que la composición de la Mesa Directiva, además de las vicepresidencias, conlleva el manejo de oficinas como el Fondo Editorial, de Participación Ciudadana y la Dirección General Administrativa.
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Asimismo, mientras el Congreso discute una ley contra el transfuguismo, flexibiliza los requisitos para afiliarse a un partido y postular en una elección congresal. Eso ocurrió en el proceso electoral 2021. El Pleno aprobó una disposición que permitió a los candidatos inscribirse en un partido hasta setiembre del 2020.
Eso provocó que las organizaciones políticas operen como vientres de alquiler con fines electorales, a costa de tener en su fórmula personas que no estaban comprometidas con el partido.
El analista político José Alejandro Godoy considera que hay una causa mayor que va más allá del transfuguismo y las reglas electorales: la falta de consistencia ideológica y programática en las agrupaciones políticas.
"Mi colega, el politólogo Mauricio Zavaleta, acuñó el término de coaliciones de independientes. Grupos políticos que se juntan para tener los recursos suficientes con miras a ganar una elección y evidentemente lo que ocurre con muchas agrupaciones es esto: se juntan básicamente para la elección y a la primera pugna se terminan separando de lo que son sus proyectos políticos con los cuales pudieron llegar", explicó el politólogo Godoy.
"En el caso de Perú Libre, era más o menos claro que había dos grandes grupos, uno primero que tenía que ver con Vladimir Cerrón, el grupo más original, y luego el bloque de candidatos que llegan con Pedro Castillo, más cercano a su sindicato y a liderazgos propios de grupos de maestros fuera de Lima. Estos dos grupos de juntan y arman la lista de Perú Libre y por el arrastre que tiene Castillo obtienen 37curules y luego hay una clara división", agregó.
Pero además, apunta Godoy, hay un tercer grupo en Perú Libre de congresistas que son agentes libres que habían estado orbitando alrededor de la izquierda y que una vez que Perú Libre habría tenido problemas, terminan estando mucho más proclives a armar sus propios proyectos políticos.
"El caso más notorio es de Guillermo Bermejo y su gente que no son parlamentarios como Raúl Noblecilla y Roger Najar, quienes terminaron en Podemos Perú. Es la propia precariedad de Perú Libre y el poco liderazgo de Cerrón. Y de cara a la elección vamos a tener personas que van a tratar de irse a otro partido, tanteando un poco el terreno para el 2026", predijo Godoy.
