Fenómeno, registrado el pasado miércoles 19 de junio, provocó en cuestión de minutos el desbordamiento de alcantarillas y caída de árboles.
Los pobladores de Quepos experimentaron, el pasado miércoles, algo así como una tormenta perfecta de 15 minutos. Una enorme nube conocida como cumulonimbus generó intensas lluvias, poderosas ráfagas y hasta una tromba marina que causaron inundaciones y caída de árboles en varios sectores del cantón.
A eso de las 3:30 p. m., el poderoso fenómeno provocó en cuestión de minutos el desbordamiento de las alcantarillas y del canal que atraviesa la zona comercial de Quepos. Sin embargo, el hecho de que a esa hora hubiera marea baja permitió que el agua corriera hacia el mar sin problemas.
Según el vicealcalde Erick Cordero, hubo una descarga de lluvia exagerada poco después de que se formara la tromba frente a las costas de Manuel Antonio. Los vientos generados por este embudo de agua, que pueden alcanzar más de100 km/h, se sumaron a las ráfagas que usualmente traen las nubes de tormenta.
Daniel Poleo, del departamento de Desarrollo del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), afirmó que el pasado miércoles los montos de lluvias oscilaron entre los 75 y 100 litros por metro cuadrado o milímetros en Quepos, debido principalmente a las precipitaciones de esa tarde.
Poleo indicó que el aguacero más fuerte afectó sectores costeros en muy poco tiempo y que eso, unido a las ráfagas de viento, provocó las inundaciones. Esta es la segunda vez en lo que va de la presente estación lluviosa que ese cantón del Pacífico central sufre inundaciones debido a los fuertes aguaceros.
Ricardo Valero, ingeniero municipal, explicó que después de las inspecciones realizadas durante la mañana del jueves se constató que hubo al menos cinco árboles caídos de unos 30 metros de altura y siete casas con anegamientos en La Inmaculada y barrio Los Ángeles.
También hubo algunos caminos cantonales afectados, así como partes de la carretera Costanera sur donde cayeron árboles que fueron removidos la noche del miércoles por las cuadrillas y la maquinaria municipal.
Una situación que ayudó a que el pasado miércoles no hubiera más daños en Quepos fue el dragado que hace 20 días comenzó a realizarse en la cañada del Padre, la cual pasa a un lado de la municipalidad y recorre el centro de la ciudad.
Los trabajos permitieron sacar a tiempo mucho sedimento. Esta es una labor que todavía se sigue realizando; de hecho, fue reforzada con una retroexcavadora y una vagoneta del gobierno local con el propósito de mejorar el flujo de las aguas.
Dicho canal no se limpiaba desde el 2017, luego de que la tormenta Nate inundó Quepos. Sin embargo, las labores se retomaron luego de las crecidas registradas en ese cantón en mayo pasado. La inversión para dragar la cañada del Padre asciende a ¢100 millones.
Pese a la limpieza realizada, el agua rebalsó el cauce y el agua corrió por las calles de la ciudad cerca del templo católico, pasado por locales comerciales y casas, pero sin mayor afectación. De hecho, ninguna familia necesitó ser trasladada a albergues u otros sitios.
Cerca de Manuel Antonio hubo que remover unos árboles que cayeron sobre una quebrada. Valero indicó que la semana pasada personal del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) había podado muchos árboles y que eso evitó que el tendido eléctrico se viera afectado esta vez.
