Recurrentemente, las distintas instantáneas que servicios de estudios e institutos estadísticos y casas de análisis ofrecen sobre el mapa salarial de nuestro país recuerdan la crudeza del enorme reto financiero que afronta en los próximos años el sistema público de pensiones para sufragar un volumen creciente de prestaciones, y también de mayor cuantía debido al reflejo contributivo de las carreras laborales que cada vez dan pie a pensiones de jubilación más altas. Mientras que las proyecciones demográficas pronostican el componente de las cotizaciones sociales pagadas por los trabajadores será cada vez más insuficiente. Tanto, que de aquí a 2050 la Comisión Europea estima un déficit medio anual del 2,6% del PIB, es decir, una brecha recurrente entre ingresos y gastos de 39.000 millones de euros. El problema, como se ha mencionado, parte de un déficit demográfico que impide compensar las menores remuneraciones a las que acceden los trabajadores más jóvenes, más bajas que las de sus antecesores sénior en el cargo. Es decir, ni el volumen retributivo ni el volumen de trabajadores que aportan a la caja única generar un colchón suficiente para garantizar el equilibrio del sistema de pensiones. Es este el punto donde toma cierta relevancia la comparativa entre las rentas laborales de los trabajadores más jóvenes , llamados a sostener con sus contribuciones las rentas pasivas de jubilación, pero que son sustancialmente más bajas, añadiendo así tensión a las cuentas de una Seguridad Social que ya necesita de una transferencia anual de casi 40.000 millones de euros para enjugar el déficit contributivo. Tal y como recuerda Fedea, si contabilizamos en este mix el saldo del sistema de Clases Pasivas, el déficit de cotizaciones que se cubren vía Presupuestos Generales de Estado asciende a 56.000 millones de euros. Así, el avance de la Encuesta de Estructura Salarial publicada por el INE este jueves arroja cómo los nuevos jubilados procedentes del régimen general de asalariados acceden al retiro con pensiones hasta un 44% más altas que los sueldos que perciben los trabajadores menores de 30 años. Un colectivo no menor, que ocupa a poco más de de 3 millones de trabajadores, lo que supone el 15% de los trabajadores en activo en nuestro país. Mientras que los jubilados están accediendo a la jubilación con prestaciones de 1.585 euros de media ( 22.190 euros anuales), este colectivo de trabajadores percibe de media 15.412 euros . Aquí, eso sí, conviene aclarar que la diferencia oscila en función de la cohorte de población joven con la que se compara la renta de jubilación. Concretamente, las cifras de Estadística señalan que los menores de 20 años perciben de media sueldos de 10.597 euros anuales, menos de la mitad que los recién jubilados; entre 20 y 25 años las rentas salariales se sitúan en 15.181 euros anuales (un 31% menos que los recién jubilados); mientras que entre 25 y 29 años , con rentas de 20.459 euros anuales, la diferencia es sólo un 8% menos que las pensiones de los recién jubilados.
