Qué te ha pasado en la cara, quilla. El bótox feroz del capitalismo ha destruido tus facciones, la globalización ha pinchado el globo de tu magia. Y eso lo compartimos todos los que te hemos visto nacer ante nuestros ojos, los que hemos conocido una cuna más singular, más inflamable, más salvaje. Los que vivimos un tú más nuestro, menos de nadie. Si las ciudades son los mapas mentales de los recuerdos, Sevilla hace tiempo que es un monumento a la nostalgia, un azulejo roto, una ristra de candados con contraseñas en el portal del futuro. Lo que fue y no es, lo que somos y podemos dejar de ser. Leyendo 'Mosturito', la última novela de Dani Ruiz, me entran...
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