Uno de los principales teatros de operaciones de los republicanos fue Aragón, que garantizaba la protección de Madrid y de todo el noreste peninsular. Por eso, la lucha por recuperar terreno fue encarnizada
Para salvar Madrid había que atacar en Aragón. Este es el telegráfico resumen que explica por qué, durante la segunda mitad de 1937, los mandos militares republicanos convirtieron las tierras aragonesas en el escenario de dos de las batallas más importantes y duras de la Guerra Civil: la de Belchite y la de Teruel.]]>