Hubo un tiempo en el que los académicos de la Académie Royale de París establecieron como costumbre exponer anualmente sus trabajos para que pudieran ser valorados y apreciados por el público. Esa costumbre, originada en el siglo XVII, dio lugar a los salones anuales de pintura y de escultura, que se encuentran en el origen de las modernas exposiciones en museos y galerías de arte. Allí se forjaron como críticos Diderot en el XVIII y Charles Baudelaire en el XIX. Y allí descubrieron al público a los grandes creadores y a las nuevas revelaciones de la época. Desde hace varios años, los alumnos de Bellas Artes de la Universidad Complutense presentan sus trabajos de fin de estudios en la sala...
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