La deuda pública es un tema crucial en cualquier economía, ya que refleja la capacidad del gobierno para gestionar sus finanzas y su impacto en la economía nacional. En Argentina, la deuda pública ha sido un tema de debate constante, especialmente con los recientes cambios en la administración tras la llegada del ultraderechista y libertario […]
Javier Milei con su superministra de Capital Humano, Sandra Petovello.
La deuda pública es un tema crucial en cualquier economía, ya que refleja la capacidad del gobierno para gestionar sus finanzas y su impacto en la economía nacional. En Argentina, la deuda pública ha sido un tema de debate constante, especialmente con los recientes cambios en la administración tras la llegada del ultraderechista y libertario Javier Milei, quien afirma estar en contra del concepto mismo de la deuda pública.
La deuda pública bruta del Estado Nacional alcanzó los U$S435.674 millones a fines de mayo, un incremento significativo de U$S65 mil millones desde la asunción de Javier Milei. Este aumento se ha acumulado en gran parte durante mayo, con un aumento de U$S21.606 millones en ese mes solo.
La mayor parte del aumento en mayo se debe a la migración de pasivos del Banco Central al Tesoro Nacional. Esta estrategia ha sido criticada por algunos economistas que consideran que se está simplemente trasladando la deuda de un lugar a otro sin resolver el problema subyacente.
Durante mayo, la deuda en moneda extranjera disminuyó en U$S 1.825 millones, lo cual representa un pequeño alivio en comparación con el aumento general de la deuda.
Sin embargo, la deuda en moneda local aumentó en un monto equivalente en dólares de U$S 23.431 millones. Este aumento se debe principalmente al desarme de los “pasivos remunerados” del Banco Central, como las Leliqs, que ahora son absorbidos por el Tesoro Nacional.
Una de las principales causas del aumento de la deuda es la migración de los pasivos del Banco Central al Tesoro Nacional. Esta estrategia busca consolidar la deuda en un solo lugar, pero también aumenta la carga total de la deuda pública.
Además, el gobierno ha emitido nuevos bonos y ha absorbido pasivos remunerados, lo que ha incrementado aún más la deuda. Durante mayo, la deuda en títulos públicos en pesos aumentó significativamente, con una gran parte de este incremento correspondiente a bonos ajustados por CER.
El presidente Milei ha destacado el superávit financiero en pesos como un logro significativo de su administración. Sin embargo, este superávit se ha logrado principalmente a través de recortes en subsidios y la licuación de salarios y jubilaciones.
Los recortes en subsidios económicos, prestaciones de la seguridad social y transferencias de capital a las provincias han sido severos. Estos recortes han permitido al gobierno mostrar un superávit, pero a costa de afectar a amplios sectores de la población.
Este superávit es el reflejo de haber llevado a la población argentina a una pobreza del más del 60% de la población nacional, pero el mandatario es monotemático en temas macroeconómicos, y lo social le es ajeno y casi ausente como responsabilidad del gobierno.
Y es que, para él, la presencia del Estado debe ser mínima o casi nula y apuesta por un ideario libertario en el cual un gobierno no debe regir en temas sociales, educativos, y demás, que hacen a la vida de los individuos.
A pesar de las cifras alarmantes de la deuda, el presidente Milei ha guardado silencio sobre este tema en sus discursos públicos. En lugar de eso, ha preferido destacar los logros aparentes en términos de superávit financiero.
Economistas y medios han reaccionado de diversas maneras. Algunos han criticado fuertemente la falta de transparencia y el manejo de la deuda, mientras que otros han celebrado los aparentes logros financieros sin considerar el contexto completo.
