Las estrategias en la Córdoba rural para incentivar la actividad económica y la generación de empleo, especialmente en sectores estratégicos endógenos, es una constante ante los problemas de despoblación ; no en vano, la provincia ha perdido más de 31.000 habitantes en la última década , según datos del INE, que proyecta que esta sangría continuará con una caída de más de 52.000 residentes en 25 años. El último informe del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) revela que Córdoba fue en 2022 la penúltima provincia con menor saldo migratorio , sólo por delante de Jaén que, a la postre, fue la única con resultados negativos. De este modo, durante el citado ejercicio se marcharon de la provincia un total de 19.398 personas , mientras que llegaron otras 21.819, por lo que el saldo migratorio fue de apenas 2.421 habitantes más. De todos los cordobeses que se fueron a buscar fortuna en otras latitudes, 9.648 fueron hombres, frente a 9.750 mujeres , un centenar más. Por edades, el 50,5 por ciento tenía entre 25 y 39 años . Desglosando aún más los datos por grupos etarios, el que más emigró fue el de entre 30 y 34 años (2.773); además, también se marcharon muchos jóvenes de 25 a 29 años (3.219). De 20 a 24 hicieron las maletas 1.939, y 1.881 tenía entre 35 y 39 años. ¿Y cuáles son los municipios cordobeses con mayor éxodo ? De los 75 pueblos de la provincia, 29 registraron en 2022 un saldo migratorio negativo. Encabeza la lista Iznájar , que perdió 137 habitantes: en 2022 llegaron 140 y se marcharon 288. Cabe destacar que en esta localidad reside una importante comunidad británica y es muy posible que muchos de los que se marcharon ese ejercicio fueran extranjeros. La siguiente localidad en la lista es Baena , pueblo del que emigraron 575 residentes, resultando un saldo poblacional negativo de -137. También por encima del centenar de habitantes perdió en 2022 Pozoblanco : se fueron 531 personas y llegaron 430. El resto de municipios con saldo negativo fueron Palma del Rïo (-62); Villa del Río (-62); Montoro (-61); La Rambla (-49); Luque (-44); Villanueva de Córdoba (-43) o Doña Mencía (-44). Entre los que apenas notaron esa pérdida poblacional figuran La Guijarrosa y Torrecampo , con un habitante menos, respectivamente. En el lado opuesto de la balanza, ganaron residentes la capital (con un saldo migratorio positivo de 2.467 vecinos; seguida de Lucena (230); Cabra (148) y Puente Genil (108). En la comunidad autónoma andaluza, a lo largo de 2022 se registraron 227.998 movimientos de entrada y 140.406 de salida , resultando un saldo migratorio positivo, de 87.592. En comparación con el año anterior, las entradas aumentaron un 16,7% y las salidas descendieron un 11,7%. Además, se registraron 196.019 movimientos interiores, con origen y destino en un municipio andaluz, un 8,7% más que en 2021. Por lo tanto, el total de movimientos residenciales ascendió a 564.423, un 5,5% más que el año anterior. Málaga presentó el mayor saldo positivo (39.934), Jaén fue la única provincia con saldo negativo (-497) en 2022. Cádiz fue el quinto territorio de la comunidad autónoma andaluza con un saldo positivo de 7.149 personas. Por territorios, Sevilla fue la segunda provincia andaluza con mayor saldo positivo (12.767), seguido por Almería (12.557), Granada (7.149), Cádiz (7.149), Huelva (3.720), Córdoba (2.421) y Jaén (-497).