Rafa García es uno de los 35 jóvenes de Las Palmeras que ayer fueron homenajeados en el campo de fútbol del barrio por haber completado sus estudios de la ESO . Un hecho que en otros puntos de Córdoba sería más ordinario pero que es una notable hazaña en este, donde el índice de fracaso escolar llega a alcanzar al cien por cien de los menores . Considerada una de las zonas más pobres de España, terminar los estudios obligatorios es un mérito a celebrar . No sólo por el esfuerzo que supone para cada alumno, sino porque a partir de ese momento son ejemplos a seguir para el resto. Rafa concluyó la ESO en el Instituto Maimónides en 2022. Sus pasos se dirigen ahora por una FP de soldadura , sector laboral con muchas salidas por la falta de mano de obra. «Quería ser electricista y probé con el grado medio, pero la teoría se me hizo difícil, porque con la práctica no tengo problemas, así que mis amigos me aconsejaron que me metiera en el grado medio de soldadura , donde estoy muy contento ». El siguiente será su último curso y, de hecho, hará sus primeras prácticas en una empresa en marzo próximo como soldador propiamente dicho o bien tubero. Cuando esta profesión se dirige a la instalación, mantenimiento y reparación de tuberías y sistemas de tuberías. Su trabajo incluye tareas con diversos materiales como cobre, PVC, hierro o acero inoxidable, entre otros. Este adolescente recalca que siempre ha recibido el apoyo de su familia: « Mis padres y mis hermanos siempre han estado encima para que siga estudiando , para que llegue a lo máximo posible y me ponga a trabajar». Dan fe de esta buena situación el resto de hermanos: uno guardia civil, los otros empresarios, uno del sector del aire acondicionado. Pero este apoyo no se da en todos los casos . La desestructuración familiar y la situación socioeconómica hace que muchos jóvenes no encuentren en su propia gente el respaldo necesario. Incluso puede que se den de bruces con lo contrario. En esta línea existen por ejemplo problemas de género, como explica el miembro del Equipo de Orientación Educativa (EOE) de Poniente-Villarrubia, Manuel Ríos. «En barrios como Palmeras , las niñas desde chiquitas hacen frente a los cuidados , ya sea a los hermanos o a mayores, además de a las tareas de casa, como limpieza, cocina o recogida de los niños en el colegio, y luego ves matrimonios a muy temprana edad », declara Ríos. «Esto hace que muchas niñas dejen los estudios a los 14 ó 15 años, y que sus familias piensen que son grandes para serguirlos». El ejemplo de Rafa es tan importante porque, como continúa Manuel Ríos, los jóvenes no tienen referentes en el barrio puesto que hasta hace poco ni siquiera había instituto. Muchos estudiaban en otros de la ciudad, situados a kilómetros de las Palmeras, así que no se graduaban cerca de casa, situación «indispensable» a juicio de este experto para ejercer de verdad una influencia directa en los más pequeños del lugar. Luego puede otros factores añadidos como la propia estructura urbanística de las Palmeras , bloques cerrados, patios interiores y una especie de 'endogamia' sumado a su deterioro, tanto exterior como de las propias viviendas. «Si les preguntas a los jóvenes qué piensan hacer de mayor , lo primero que te dicen es salir del barrio , y eso no ocurre en otras zonas de la ciudad», especifica el pedagogo. Es el segundo homenaje que organismos como el OEA, la Asociación de Vecinos Unión y Esperanza, los servicios sociales municipales, la Asociación de Defensa de los Adolescentes y Menores (Adsam), la comisión contra el abandono escolar de Poniente Norte o la asociación Red XXI Estrella Azahara organizan para realzar los méritos de estos estudiantes. De hecho, en la plaza central se puso en marcha el llamado mural de la fama , donde están los nombres de aquellos jóvenes que concluyen la ESO . El presidente de la Asociación de Vecinos Unión y Esperanza , Luis Maya, destaca el carácter de fiesta y premio que tiene el acto . Una batucada reclama la atención del vecindario y luego hay una entrega de regalos gracias a la Fundación Cajasur. Los vecinos celebraremos este día tan especial». «Sinceramente, el esfuerzo y sacrificio que hacen, tanto los chicos y chicas como las propias familias es enorme, porque hacerlo en las Palmeras es verdaderamente complicado por los muchos problemas que tienen», recalca este representante vecinal.