El último domingo de octubre de 2019, el panorama político uruguayo experimentó un cambio significativo. Con la elección nacional aún fresca en la memoria, los principales partidos de oposición se enfrentaban a la tarea de formar una coalición sólida para el balotaje de noviembre.
La creación del acuerdo multipartidario conocido como Compromiso por el País fue un hito en la política uruguaya, al menos en el espectro de los partidos de derechos y los más tradicionales, con el fin de sentar las bases para una futura coalición de gobierno.
Este acuerdo llevó las firmas de líderes políticos prominentes, entre ellos Luis Lacalle Pou, Ernesto Talvi, Guido Manini Ríos, Pablo Mieres y Edgardo Novick. Sin embargo, la rúbrica del ex Comandante en Jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, estuvo condicionada hasta el último momento.
Si bien afirmaban ser partidos de “distinta” ideología, en realidad todos concordaron en que querían evitar a toda costa que el Frente Amplio llegara una vez más al gobierno nacional, y es por eso que todos los candidatos de la flamante coalición multicolor le dieron su adhesión a Luis Lacalle Pou. Con todo y esa “colcha de retazos”, como dijo en su momento Fernando Amado, Lacalle logró superar a Daniel Martínez (candidato del FA) con 50.79% versus 49.21%, una diferencia que se contó voto a voto porque el margen era sumamente estrecho.
Los firmantes de aquel pacto derechista fueron Luis Lacalle Pou (Partido Nacional), Ernesto Talvi (Partido Colorado), Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto), Pablo Mieres (Partido Independiente) y Edgardo Novick (Partido de la Gente). Cada uno de ellos, con su rúbrica, sellaba un compromiso político sin precedentes, para bien o para mal.
La participación de Guido Manini Ríos en la negociación del acuerdo fue crucial. Como líder de Cabildo Abierto y ex Comandante en Jefe del Ejército, Manini tenía una posición estratégica y su apoyo era esencial para consolidar la coalición. A pesar de la importancia del acuerdo, Manini Ríos mostró resistencia a firmarlo en su versión inicial.
Su principal objeción radicaba en una cláusula del capítulo sobre educación. La redacción de esta cláusula sugería “trabajar para lograr un cambio cultural desde una educación segregada hacia una educación inclusiva, que celebre la diversidad”. Esta formulación fue vista por Manini como problemática.
Ante la resistencia de Manini, Lacalle Pou intervino directamente. En una llamada telefónica, discutieron la objeción y la posibilidad de modificar el documento. Finalmente, Lacalle Pou aceptó la propuesta de Manini, comprometiéndose a cambiar la redacción antes de hacer público el documento.
Este acuerdo permitió que Manini firmara el documento, con la promesa de mantener el original bajo estricta confidencialidad. La resolución del conflicto permitió que la coalición siguiera adelante unida. Sin embargo, las tensiones internas reveladas durante esta negociación dejaron claro que la unidad sería un desafío continuo.
Tras la firma del documento, la coordinación entre los partidos de la coalición fue mínima. El Partido Nacional se encargó de financiar la gira de Cabildo Abierto, dado que este no contaba con recursos suficientes. Cabildo Abierto realizó una gira intensa durante la campaña, manteniendo el mismo nivel de actividad que en octubre.
Sin embargo, esta no fue una experiencia compartida por todos los socios de la coalición. Las relaciones entre los miembros de la coalición fueron tensas en algunos momentos. Manini Ríos destacó la falta de entusiasmo de algunos socios, como Ernesto Talvi, quien fue criticado por su actitud fría y comentarios negativos sobre Cabildo Abierto.