Si la Constitución es el tejado que acoge, refugia y abriga a todos los españoles, incluso a aquellos que prefieren seguir a la intemperie; si regula la vida bajo la nación española, la Monarquía es el muro de carga. Es el pilar que permanece inalterable para sustentar todo, así llegue la carcoma del independentismo, la división y la desigualdad. A nadie se le prepara para gobernar un país; a un rey o a una reina sí, para ser la mayor representación del Estado, la cara visible, quizá no de lo que somos, pero sí de lo que debemos aspirar a ser. Los republicanos sostienen que nadie eligió a sus monarcas y que, por lo tanto, son un cuerpo extraño, innecesario....
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