Kristaps Porzingis tenía muy clara su hoja de ruta. Primero, ganar las
Finales de la NBA de 2024 sobre la pista y, luego, empezar un arduo y largo proceso de recuperación que le obligará a pasar por quirófano los próximos días.
"¿Cómo iba a perderme esto?", decía nada más proclamarse campeón junto a sus compañeros de los
Boston Celtics, el primer letón en conseguirlo. Motivos para perderse la cita, y más preguntando a los médicos, había de sobras.
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