Nicolò Barella (Cagliari, 27 años) vive probablemente el mejor momento de su vida. Todo le sale a pedir de boca en los dos últimos meses al hombre clave de la selección italiana ante la que España buscará el jueves el pase a los octavos de final. El centrocampista no conoce ninguna miseria en las últimas semanas. A saber, ha nacido su hijo Romeo, el primer niño después de tres niñas, ha ganado la Liga con el Inter, hace una semana renovó hasta 2029 y se convirtió en el jugador italiano mejor pagado (siete millones netos). Además, irrumpió con una tremenda fuerza en la Eurocopa. Pese a ser duda por una lesión, saltó al campo y firmó el gol del triunfo en el estreno en el torneo ante Albania. Barella es la gran estrella nacional del Inter, pero estuvo a punto de fichar por el Atlético de Madrid, que finalmente se tuvo que dar con un canto en los dientes. Sucedió a principios de 2019. Jugaba entonces en el Cagliari de su ciudad natal. Ya era internacional con la selección y su nombre saltó de las fronteras de Cerdeña. «Roberto Mancini me hizo titular con la azzurra sin mirar la camiseta que llevaba». Noticia Relacionada estandar Si De la Fuente acaba con el tiqui-taca Javier Ortiz de Lezcano | Enviado especial a Berlín El seleccionador sale fortalecido del estreno tras su apuesta por un juego más profundo y con extremos puros Poderosos clubes se dirigieron a su club. Marcello Carlo , director deportivo del club sardo en aquellos momentos, desveló que al presidente de la entidad «le convocó el Atlético en Madrid». « Andrea Berta (entonces responsable del área deportiva de los colchoneros) tenía órdenes de sus propietarios. Estaba dispuesto a echar el resto por Barella, pero el presidente me dijo que estuviera tranquilo, que aunque ofrecieran la luna, íbamos a aguantar sin venderlo», explicó Carli. El Cagliari no quiso dejar marchar a Barella en enero. Ni al Atlético ni al Chelsea. Lo traspasó al siguiente verano al Inter y a cambio de 45 millones. Las puertas de la gloria se le han abierto. Ante Albania anotó su décimo gol con Italia , cifra a la que no ha llegado ninguno de sus compañeros. Y eso que en sus inicios se le reprochaba que disparaba muy poco a puerta. Todo un aval para una selección italiana con graves problemas ante el gol de sus delanteros. Para su entrenador en el Inter, Filipp Inzaghi, y su seleccionador, Luciano Spalletti , es el líder insustituible. Ambos aprecian especialmente una poderosa mentalidad ganadora que transmite a sus compañeros. «Nunca te conformes» es su lema. La metamorfosis Tras su salto al Inter comenzó su periodo más glorioso. En el Cagliari estaba acostumbrado a vaciarse para ayudar a un equipo obligado a la máxima intensidad para sobrevivir. «Para mí recuperar un balón es como marcar un gol. En el campo soy alguien que lo da todo», dejó dicho. El máximo goleador de la historia de la selección italiana (35 tantos en 42 partidos) creó una escuela de fútbol en Cagliari, la ciudad donde jugó durante toda su carrera, y allí dio sus primeros pasos Barella. «Él es diferente, es emocional como sardo», le elogió la leyenda italiana Gigi Riva , fallecido en enero. En el Inter se convirtió en otro tipo de jugador. Nada de ser un estajanovista. « Antonio Conte me ha ayudado mucho. Antes era alocado y ahora soy más ordenado. Me enseñó a ser menos generoso y más decisivo. Antes mi objetivo era simplemente dar el 100% por el equipo, pero en una gran liga se necesitan goles, asistencias y malicia en ataque». La llegada de Inzaghi al banquillo interista le permitió aún mayor margen de maniobra. «Su juego da más libertad para intercambiar posiciones: me acerca a la portería, por eso también estoy marcando goles», se felicitó. Barella se representa como la gran baza de Italia. Contra España quiere prolongar su excelente racha y liderar a la azzurra en su objetivo de ser campeona del Grupo B. --