Los niños y adolescentes de Boston que crecieron escuchando mágicas historias de los Celtics al fin pueden decir: ‘Es cierto, yo lo vi’. Después de 16 años sin título, el legendario equipo de la NBA mostró su poderío en la final.
Lo sufrieron los Mavericks de Dallas, casi barridos en la serie decisiva, no solo por el 4 a 1, sino por esa maquinaria de encestes, con increíbles canastas de tres puntos, reflejadas en los marcadores de sus cuatro victorias, todas con más de 100 de puntos: 107 a 89, 105 a 98, 106 a 99 y finalmente, la noche de este lunes, 106 a 88.
Aunque los Mavericks amenazaron con una sacudida, apoyados en su descomunal 122 a 84 que puso la serie 3 a 1, fue tan solo un respiro en la paliza.
Los Celtics, que añoraban el título desde que vencieron a Houston en el 2008, no estaban dispuestos a pasar más tiempo sin rendir honor a su historia. El regreso triunfal no puede ser mejor para Boston, que de paso dejó de compartir con los Lakers el honor de equipo más ganadores de la NBA. A partir de ahora, el primer renglón de todos los tiempos le pertenece con 18 anillos.
