Un nuevo estudio científico ha logrado mitigar los efectos negativos de una ruptura amorosa. Su técnica se basa en transmitir suaves corrientes eléctricas en los cerebros de los afectados. Los resultados sugirieron que los 36 voluntarios del experimento disminuyeron sus niveles de depresión y ansiedad, incluso después de un mes.
En los últimos años, los tratamientos con corrientes continuas se han vuelto algo comunes en la investigación clínica. Estudios piloto de la National Health Service, sistemas de salud financiados por fondos públicos del Reino Unido, apuestan por una tecnología similar, aplicada contra la depresión leve. ¿Ya hay una solución a la vista para los corazones rotos? Te lo detallamos en esta nota.
La angustia emocional provocada por una ruptura amorosa puede ser tan intensa que ha sido reconocida clínicamente como síndrome de trauma amoroso (LTS, por sus siglas en inglés). Y la solución podría estar más cerca de lo que se piensa para quienes buscan sanar un corazón destruido por haberse entregado tanto. Investigaciones recientes indican que el uso de un auricular durante unos minutos al día puede mitigar los pensamientos negativos tras alejarse de la pareja definitivamente.
En un estudio, realizado por científicos de la University of Zanjan y la Shahid Beheshti University (ambas de Irán), 36 voluntarios con síndrome de trauma amoroso utilizaron este dispositivo auricular, que estimula el cerebro con una suave corriente eléctrica.
Los participantes fueron divididos en tres grupos: uno se colocó auriculares de estimulación transcraneal por corriente continua (TDCS) durante 20 minutos —dos veces al día— durante cinco días, dirigiendo la señal a la corteza prefrontal dorsolateral (DLPFC); otro, a la corteza prefrontal ventrolateral (VLPFC); y el tercero, con los auriculares apagados. Las regiones están implicadas en la regulación de las emociones. Estudios previos de neuroimagen sugieren fuertes vínculos psicológicos y neuronales entre los procesos de duelo por muerte de parientes y el término de una relación amorosa.
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El estudio, publicado en el Journal of Psychiatric Research, concluyó que, para los síntomas del síndrome de trauma amoroso, la estimulación de la DLPFC fue más efectiva que la de la VLPFC. Ambos protocolos, DLPFC y VLPFC, redujeron los síntomas de LTS y mejoraron el estado depresivo y la ansiedad después de la intervención, en comparación con el grupo placebo, afirmaron los científicos implicados en la investigación.
Un mes después de finalizado el tratamiento, los voluntarios continuaban experimentando una mejoría. Los autores del estudio científico señalaron: "Estos resultados prometedores requieren replicación en ensayos más amplios". Por el momento, solo 36 voluntarios se sometieron al experimento. Una muestra mayor podría pavimentar el camino para establecer un tratamiento efectivo contra la depresión después de finalizar una relación amorosa.
En los últimos años, el tratamiento de corriente continua ha ido ganando terreno en la investigación clínica. Informes indican que estudios piloto en el National Health Service (NHS) están probando auriculares similares para evaluar su eficacia en el tratamiento de la depresión leve.
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Terminar una relación romántica es una de las experiencias más dolorosas de los adultos y en 1999 a estos casos los denominaron "síndrome de trauma amoroso" o LTS. A menudo, la ruptura amorosa se asocia con angustia emocional, depresión, ansiedad, insomnio, cambios de humor, pensamientos obsesivos, sentimientos de inseguridad, impotencia y culpa, según el estudio científico. Dado que las emociones negativas predominan tras el fracaso de una relación emocional y se produce una desregulación emocional, la regulación emocional se considera el principal objetivo del tratamiento.
De acuerdo a lo que subrayan los investigadores, aunque existen enfoques de tratamiento eficaces, como la terapia cognitivo-conductual, los enfoques de tratamientos innovadores y complementarios son valiosos, porque no funcionan en todos los pacientes. Las personalidades son distintas y las condiciones de vida varían. Considerando la relación entre el trauma amoroso y la regulación emocional, que se asocia con la activación de áreas y redes cerebrales específicas, los métodos de tratamiento que abordan las áreas cerebrales implicadas podrían ser prometedores.
Para algunas personas, el síndrome de trauma amoroso se asocia con una depresión de espectro amplio. El trauma amoroso puede representar un fracaso importante y experimentar tal fracaso puede causar depresión. La depresión se asocia con una sensación de pérdida, no solo de amor, sino también de la autoestima, explican los firmantes del artículo.