El jugador, quien también tuvo un breve paso por fútbol europeo, brindó detalles del motivo por el que decidió dejar el fútbol de un día para otro.
A lo largo de su historia, Alianza Lima vio pasar a una gran cantidad de futbolistas. Algunos lograron sobresalir y quedar en la historia del club, mientras que otros tuvieron una estadía para el olvido. Asimismo, es posible destacar a un grupo de jugadores que, si bien no resaltaron en su plenitud, aún se mantienen en la memoria de la hinchada por diversos motivos.
Este es el caso de Paulo Albarracín. El volante pasó por Alianza en una sola oportunidad: 2012-2015. Estas tres temporadas fueron suficientes para que el hincha blanquiazul aún lo recuerde con cariño por su entrega y pundonor en cada compromiso. Sin embargo, muchos le perdieron el rastro tras su salida. Es más, pocos sabían que ya estaba retirado del fútbol.
PUEDES VER: Prensa de Chile lapidó a Jorge Fossati por convocar a Cueva: '¿Usted es chileno?'
La última etapa de Albarracín en el fútbol fue en el 2020 cuando jugaba para la Academia Cantolao. En una reciente entrevista para el programa 'Fútbol Champagne', el popular 'Cachetón' contó que una dura lesión lo obligó a abandonar las canchas repentinamente.
PUEDES VER: ¿Se arrepintió? Eligió jugar por Austalia, pero publicó tremendo guiño hacia Perú
"Fue una lesión complicada, media jod**. Después de eso, perdí la alegría de jugar al fútbol. Te voy a contar algo que me pasó y que solamente mi familia lo sabe. Cuando ya estaba recuperado de la rodilla, empecé con un dolor de columna, de espalda y tenía una hernia. Mucha gente no lo sabe, lo estoy contando ahora", explicó.
En esa misma línea, señaló que fue uno de los momentos más duros de su vida porque los especialistas le decían que no iba a volver a jugar al deporte que tanta ama. No obstante, tras constantes consultas médicas, pudo recuperarse parcialmente.
"Cuando iba a los doctores, me dijeron que me podían operar, pero no sabían si iba a quedar bien o no. Prácticamente, me decían que no iba a volver a jugar. ¿Te imaginas ese momento para mí? Iba a las clínicas y cuando salía, lloraba. No entré en depresión, pero la pasé mal, siempre estuvo mi familia ahí para apoyarme. Tenía ese temor de no volver a jugar con mi hijo", finalizó.
Paulo Albarracín comenzó su carrera en las divisiones menores de Academia Cantolao. Tras destacar, dio el paso al fútbol europeo para vestir la camiseta del Budapest Honvéd de la liga de Hungría. Su debut fue ante Ujpest y levantó la Copa de Hungría en el 2009. No obstante, tuvo pocos minutos en el Viejo Continente.
Por ello, decidió regresar al Perú para jugar en Sport Boys. En la temporada 2012, llega a Alianza Lima, conjunto con el que levantó el Torneo del Inca dos años después. Posteriormente, se marcha a Real Garcilaso (hoy Cusco FC) y culmina su carrera en la que fue su primera casa: Cantolao. Tras esta etapa, decidió cerrar su carrera en el 2020, cuando aún tenía 30 años.
