Las alteraciones en la microbiota, comunidades bacterianas que pueblan la piel y las superficies mucosas, tanto la respiratoria como la intestinal o genital, afectan y mucho a la salud. Están detrás de procesos infecciosos y no infecciosos, y las últimas investigaciones vinculan los trastornos en la flora microbiana a tumores, diabetes, problemas circulatorios y neurológicos. De hecho un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha descubierto la presencia de amiloides bacterianos -agregados de proteínas en el interior de una célula presentes en determinadas bacterias- asociados con la enfermedad de Párkinson.