Pérez de Cuéllar confesó que la gestión del gobierno la ha llevado a reflexionar sobre su permanencia en el cargo.
La ministra de la cartera de Vivienda, Hania Pérez de Cuéllar, pensó en renunciar a su cargo en varias oportunidades, según lo ha dado a conocer en una entrevista para Perú 21. La titular de dicho ministerio confesó que ante el escándalo del caso Rolex y las protestas contra la presidenta Dina Boluarte, que dejaron varias decenas de fallecidos, la hicieron reflexionar sobre cómo se estaba gestionando el gobierno.
"Es una pregunta que yo me he hecho y he pensado incluso en renunciar. No solo allí, sino cuando surgieron las marchas violentas también", se sinceró ante la interrogante de si Dina Boluarte realmente estaba diciendo la verdad acerca de si los relojes eran un préstamo de Wilfredo Oscorima, gobernador de Ayacucho.
No obstante, Hania Pérez de Cuéllar reveló que esta cuestión fue despejada por Boluarte en una reunión que tuvieron, donde, mirándola a la cara, le dijo lo mismo que había anunciado a la Fiscalía en todas las ocasiones en las que ha sido citada por este tema y por el que ha dejado de declarar más de 60 días a la prensa.
Esta no fue la única oportunidad, ya que en diciembre de 2022, tras ser designada en el cargo donde está ahora, también pensó en dejar su cargo a disposición debido a la respuesta del Gobierno, ante la gran magnitud de las manifestaciones en todo el Perú, no fue la más adecuada.
"Pero yo me quedo con lo que ella me ha dicho mirándome a la cara. Lo que sí tengo claro es que si yo alguna vez veo algo turbio que sea irrefutable, me voy a ir. Lo he hecho antes y no dudaría en hacerlo, no solo por mi apellido, sino porque tengo que honrarme como mujer y como madre", dijo.
Hania Pérez de Cuéllar fue blanco de críticas durante los primeros meses de su mandato, luego de ser captada siendo cargada en una plataforma en medio de la inundación por lluvias en Piura, donde se encontraba tras el desastre ocasionado por el ciclón Yaku. Ante ello, la ministra aseguró que no se arrepiente de haberse subido a esa tina.
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"Considero que no fue un error. De hecho, no me arrepiento de haberme subido a la tina, porque la dirigente que estaba allí me explicó que eso era lo que tenían que hacer para ir de un lado al otro, para llevar a sus hijos al colegio o ir a la bodega. Quería que yo viviera esa experiencia. A veces, el conectarte con la gente hace que te desconectes de la política. Y eso es lo más triste. Probablemente, fue un error mediáticamente, pero la complicidad que se generó con ese grupo, con el que sigo en comunicación, fue más importante", sostuvo para Perú 21.
