La inauguración de la planta solar más grande del mundo en el desierto de Urumqi, Xinjiang, representa uno de los avances más importantes de China con respecto a la producción de nuevas energías renovables. Esta infraestructura formará parte de la red de energética construida en los desiertos de Tengger y Gobi, y alcanzará una potencia total de 600 gigavatios, más de la mitad de potencia que genera Estados Unidos.
La compañía CGDG junto con Power Construction Corp of China (PowerChina) fueron quienes activaron esta gran planta de 3.5 GW, que ocupa 32,947 acres (13,333 hectáreas) en una zona desértica de la capital de la región. Según informa Reuters, la granja solar tiene una capacidad de producción anual estimada en 6,090 millones de kWh, suficiente para suministrar energía durante un año a Papúa Nueva Guinea o casi cubrir la demanda total de electricidad de Luxemburgo.
PUEDES VER: El megapuerto de Sudamérica financiado por EE.UU. superaría al de China
El proyecto Midong, con un costo de 2.130 millones de dólares, estableció un nuevo récord en la generación de energía solar, superando la planta de 2,2 GW de Huanghe Hydropower Development activa desde 2020. Esta avanzada planta, desarrollada por el Grupo de Desarrollo Verde de China (CGDG), incluye más de 5,26 millones de paneles fotovoltaicos de 650W y está soportada por 1,23 millones de pilares.
Cabe indicar que, según la Agencia Internacional de Energía, solo en 2023, China activó una capacidad de generación eléctrica solar equivalente a la totalidad de lo activado globalmente en 2022. Este fenómeno destaca que, para 2028, se espera que casi el 60% de la capacidad renovable mundial sea generada por instalaciones en Pekín. Esta expansión es un claro indicativo de los esfuerzos de China para liderar globalmente en energía renovable.
Este crecimiento en la generación de energía solar forma parte de una estrategia más amplia del gobierno chino para alcanzar la independencia energética, alejándose de su histórica dependencia de combustibles fósiles como el carbón y el gas. Los expertos prevén que para finales de esta década, la mitad de la electricidad en China provendrá de fuentes renovables, demostrando un significativo giro hacia la sostenibilidad en sus políticas energéticas.
PUEDES VER: El país de Sudamérica con la gasolina más cara supera a la de Perú y Argentina
En los vastos desiertos de Tengger y Gobi, China construyó una red monumental de generación energética que alcanza los 600 gigavatios, superando la mitad de la capacidad total de energía de Estados Unidos y Europa. Esta infraestructura es esencialmente alimentada por un extenso mosaico de paneles solares, y utiliza líneas de transmisión de corriente continua de ultraalto voltaje (UHVDC) para maximizar la eficiencia en la distribución de energía.
Este gigantesco proyecto energético busca la autonomía de China reduciendo la importación de crudo y gas, y también está diseñado para potenciar sectores de alta demanda energética como la inteligencia artificial. La estrategia incluye el desarrollo de tecnologías que dependen de un suministro constante de electricidad económica, colocando a China en una posición aventajada frente a Occidente, cuyo mix energético es más diverso y depende de un sistema de red más tradicional.
La columna vertebral de la monumental planta solar china consiste en sus líneas de transmisión de corriente continua de ultra-alto voltaje (UHVDC), que permiten transmitir energía con pérdidas mínimas a largas distancias. Según el South China Morning Post, esta innovación es crucial para llevar energía de forma eficiente desde áreas de producción remotas a centros de alta demanda, alcanzando un asombroso 95% de eficiencia en el uso de cada gigavatiohora generado.