Isabel García, la alumna que se presentó con 15 años a las pruebas de acceso a la universidad (EBAU) en Canarias, ha obtenido una nota de 13,16 sobre 14. La joven, que finalizó sus estudios de bachillerato en el Colegio Jaime Balmes, de Gran Canaria ,dos años antes de lo habitual, quiere estudiar Biotecnología, un grado que tiene una nota de corte que oscila entre el 12,5 y el 13,5 según la universidad. Ya ha anunciado que va a reclamar por no estar conforme con la nota alcanzada.
Isabel García llegó al colegio Jaime Balmes cuando tenía tan solo 15 meses y lo abandonó este mes de junio tras avanzar dos cursos gracias a dos flexibilizaciones académicas. Ya en Primaria el profesorado se percató de su potencial académico y decidió ascenderla de cuarto a sexto. Años después, pasó de segundo a cuarto de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
“Desde primaria siempre fue una chica más madura que los demás, muy despierta y con mucho interés por aprender, siempre quería más”, contaba recientemente a este periódico Inma Sosa, subdirectora del centro.
Isabel se adaptó bien a los cambios de curso. “Con los tres grupos de compañeros, siempre me he sentido super cómoda independientemente de la edad, o sea, la verdad es que he encajado super bien. Creo que era un poco más raro para los compañeros que para mí, pero yo entraba con mucha ilusión, la verdad, y ellos me recibieron súper bien. Al cabo de una semana yo ya era parte de la clase”.
“Siempre he sentido como esas ganas de saber más, siempre he sido muy curiosa. Es como un proceso de retroalimentación, el hecho de que a lo mejor pueda entender las cosas un poco más rápido y el ser curiosa, me ayuda a siempre querer ir un poquito más allá”, contaba la joven en este reportaje.
Fue en una clase de cuarto de la ESO sobre genética cuando a Isabel se le despertó el interés por estudiar biotecnología. “Cuando acabó la clase yo ya tenía claro lo que iba a estudiar. Me enamoré de esa parte y a eso es a lo que me gustaría dedicarme, para ser útil para la sociedad y aportar mi granito de arena en el tema de la investigación”, recuerda.
La joven baraja la opción de cursar la carrera en Estados Unidos, en concreto en la Niagara University, a través de una beca académica y deportiva. Una posibilidad que le seduce no sólo por conocer “un nuevo mundo”, sino también porque le permitiría compaginar los estudios con el tenis, un deporte en el que ha competido en distintos torneos nacionales e internacionales.
“Al principio sería algo nuevo, extraño, pero desde pequeña, con todos los cambios de curso, he tenido la oportunidad de ir viendo cómo es ir adaptándose a un entorno nuevo. Aunque no se compare a estar en un país diferente o en un entorno educativo diferente, confío en que eso me sirva para poder adaptarme mejor”, augura.