Francisco Correoso tiene 48 años y trabaja en un parque eólico de Higueruela (Albacete). El ciclismo le ha salvado la vida. La medicina no pudo hacer lo mismo por la de su hija, Carmen, que enfermó de un tumor renal descubierto en junio de 2016 y que fallecía por la metástasis imparable un año y pico después, el 7 de septiembre de 2017. Todo el mundo «hizo lo indecible» por sanarla, asume el progenitor, que recuerda con un cariño muy especial al personal del Hospital La Fe de Valencia, donde se detuvo el reloj de la pequeña de sonrisa y ternura infinitas con 9 años. Noticia Relacionada estandar No La tierna historia del ascensor rojo al que el pequeño Mario nunca pudo entrar Laura Peraita Ana, madre de Mario, no paró hasta conseguir que su hijo enfermo de cáncer tuviera un ascensor que le facilitara subir a su clase en un colegio de Leganés. La iniciativa llegó tarde, tras fallecer el pequeño, pero hoy facilita el acceso a otros estudiantes con necesidades Carmen era muy lista. Era consciente de qué su luz se apagaba, en todo momento. «Ella sabía que iba a morir». Así que su pequeño deseo cumplido -ser una princesa Disney- le brindó una de esas felicidades inmensas, inocentes pero nada ingenuas. Intuía que iba a ser su último día mágico sobre la tierra. En La Fe se construyó (alquiló) hasta un castillo y Carmen fue princesa por un día. Quizás a alguno le parezca un sueño menudo, para Fran fue «impresionante verla con mucha paz, muy tranquila, junto a su hermano, muy contenta. No era nada tonta y tener la mente ocupada unas horas fue realmente bueno para ella». Los pequeños deseos de 24 chavales se cumplieron el año pasado con las pedaladas de Fran; entonces recaudó 17.000 euros. Hoy mismo repite y eleva el desafío. Porque 'el nuevo reto de Carmen' que se ha propuesto Fran es recorrer la distancia que separa Finisterre de Higueruela esta madrugada en bici. Madrugada y parte del domingo, porque empezará el día 15 de junio y llegará unas 40 horas después, calcula. Espera reunir unos 20.000 euros para cumplir tantos pequeños deseos como se pueda. A través del Bizum 33605 y el concepto 'El reto de Carmen' es la fórmula más sencilla de colaborar con el tándem que forman padre e hija, pero hay otras. Se puede donar la cantidad que cada uno desee también a la cuenta de la Fundación Pequeño Deseo y de la web www.migranodearena.org . «Esto de la solidaridad y el dinero a veces se ve mal», por lo que Fran enfatiza que la fundación da cuenta de cada euro que entra a través de los retos y a qué sueños van destinados. Todo el mundo que sigue de cerca esta entidad conoce que satisface sueños de niños que lo están pasando mal: la llegada de un niño a un parque de Bomberos, o la visita de sus jugadores de fútbol favoritos hasta su habitación en el hospital. También llevar el mundo Disney a La Fe. «Sigue viviendo. Físicamente no la tenemos» «Pasado el luto, hay que hacer lo posible . Y Carmen para nosotros sigue viva. Físicamente no la tenemos, pero sigue viviendo. En nuestra casa, con su hermano, hablamos de ella, su habitación está intacta, como el último día que la dejó, la tenemos siempre a nuestro lado y en el trayecto de 1.150 kilómetros en bicicleta que voy a hacer este fin de semana me acompañará siempre. Yo no he necesitado un psicólogo o terapia, solo airearme, me he refugiado en mi bicicleta. Sin el ciclismo no sé lo que me hubiera pasado. Toda la rabia que tenía a veces la sacaba yéndome con la bicicleta, si no hubiera sido inviable gestionarla«, asegura en conversación con ABC este 'padre coraje'. f fflLa familia de Carmen: su padre, madre y hermano. Ella, en una foto familiar FOTOS DEL ÁLBUM FAMILIAR Galicia fue uno de los últimos viajes de toda la familia junta antes de que Carmen enfermase. Con Finisterre su padre también salda una cuenta «pendiente». Fran se marcha con diez compañeros, que relevarán el avituallamiento en una furgoneta de apoyo. Noticias Relacionadas reportaje No Comportamiento de cetáceos Las orcas tienen un problema: demasiado tiempo libre Isabel Miranda estandar No Mónica García se desentiende del problema de la falta de médicos Javier Palomo «Todo el mundo me pregunta cómo me preparo psicológicamente para estos retos. También físicamente, porque es un ejercicio muy exigente. No necesito preparación porque mi hija va conmigo, te pones un objetivo y hay que cumplirlo. Cuando necesito que alguien me ayude, pienso en mi hija, en lo que demostró hasta en los peores momentos, en la fuerza que sacó incluso cuando lo estaba pasando tan mal, era alegría pura. Solo tienes que mirarle la carilla en las fotos».