Sin ayuda de destilados varios, que no pruebo, ni sustancias estupefacientes que tampoco y, además, no debo, el pobre 'tiporecienconocidoquemecayómuybien' fue víctima de mi incontinencia verbal. Quienes me quieren bien, los hay, los hay, me advierten siempre que debo maniatar mi locuacidad por razón de mi cargo. La cabecera más que centenaria que me acoge no debe ser culpable de mi verborrea, bastante tiene ABC con mi aspecto patibulario, con esa pinta de matón venido a menos. Qué quieren, yo soy lo que ven y por razones que no explica ni la IA, el cuate de la fiesta acabó pidiendo la hora ante esa conversación que arrancó con un: «Hola, Pery, encantado…». Estando fuera de servicio, con aspecto de todo...
Ver Más