La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha reconocido este miércoles la existencia de «un problema estructural» de pobreza infantil en España, que considera que hay que abordar «de manera global» con las competencias de cada administración y de cada Gobierno.
Por este motivo, la titular de Juventud informó de que se reunirá con las comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia el próximo día 11 para abordar el pacto de Estado contra la pobreza infantil.
«Llevaremos a la Conferencia Sectorial de la semana que viene un diagnóstico y un primer borrador de medidas para trabajar con las comunidades autónomas, a las que también les vamos a pedir que nos hagan su propio diagnóstico precisamente para empezar a trabajar en lo concreto este pacto de Estado», dijo la ministra en declaraciones a los medios antes de reunirse con la Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), informa Ep.
Asimismo, declaró que desde Juventud e Infancia persiguen «medidas concretas», pero basadas y articuladas en torno a aumentar la inversión pública en políticas de infancia para aproximar a España a la media europea. «Nuestro país está por detrás, tenemos que hacer un esfuerzo en políticas públicas, en inversión de políticas públicas y ahí vamos a trabajar», destacó.
Por otro lado, Rego señaló que espera que la Estrategia Nacional contra la Pobreza y la Exclusión Social, en la que trabaja Derechos Sociales, esté lista «para finales de año».
Precisamente ayer, un estudio elaborado por Cruz Roja en colaboración con la Universidad Carlos III señala que el 70% de las personas atendidas por Cruz Roja se muestra preocupado por no poder alimentar adecuadamente a sus familias.
La encuesta se ha realizado entre personas que recibieron ayudas y prestaciones económicas de la organización (alimentación, ropa, suministros del hogar, material escolar, etc), entre marzo de 2022 y marzo de 2023. Participaron más de 1.200 personas a través de encuestas telefónicas y se organizaron siete grupos focales: dos, con personal técnico y voluntario de Cruz Roja; dos con personas usuarias en situación de extrema vulnerabilidad; y tres con personas usuarias de distintos perfiles (mayores, en situación de acogida, infancia, mujeres).
Entre las conclusiones de la investigación, la ONG destacó que la elección de alimentos está fuertemente influenciada por el precio, con un 80,5% de la muestra que prioriza alimentos más baratos y saciantes, aunque sean menos nutritivos.
Además, el estudio revela que las mujeres suelen ser las que más se privan a sí mismas, principalmente de alimentos más saludables que destinan a sus hijos e hijas, y que hay una relación directa entre inseguridad alimentaria y falta de ingresos, es decir, a menor nivel de ingresos, mayor inseguridad alimentaria.
Esta falta de ingresos no solo reduce la variedad y calidad de la dieta, sino que también dificulta la sustitución de alimentos por razones de salud, como intolerancias alimentarias, ya que estos productos suelen ser más caros. Esta situación contribuye a un deterioro de la salud general, con un 30% de los hogares que presenta enfermedades relacionadas con malos hábitos alimentarios (obesidad, diabetes, colesterol alto, hipertensión) o intolerancias y alergias", indicó la ONG.