Enclavados en el macizo de la Utrera y a unos veinte minutos del municipio malagueño de Casares se encuentran los Baños de la Hedionda . Este balneario de aguas sulfurosas ha sido testigo del paso de civilizaciones y es guardián de leyendas en las que se combinan lo mágico y lo histórico, dotándolos de un áurea de misterio que atrae cada año decenas de curiosos. La más particular de todas narra que fue aquí donde el diablo exhaló su último aliento tras ser expulsado por el apóstol Santiago, dejando su hedor impregnado en el agua. La peculiaridad de los Baños de la Hedionda como baños sulfurosos y su uso continuado desde tiempos inmemoriales por sus supuestas propiedades curativas los han convertido en un sitio de importancia histórica y también en todo un símbolo para Casares y sus alrededores. Según cuenta la tradición, fue en el año 61 a.C. cuando las tropas romanas, infectadas de sarna, descubrieron los beneficios de estas aguas. Otra versión de la historia atribuye el hallazgo al propio Julio César , quien ordenó la construcción del recinto tras curarse de una infección herpética en sus aguas. Para llegar a los Baños hay que seguir el cauce del río Manilva ABC Arquitectura El recinto balneario, de forma cuadrada con una bóveda esférica de pechinas y dos bóvedas de cañón, está situado en el margen derecho del arroyo Albarrán. Esta estructura inicial romana ha sido modificada a lo largo de los siglos. Los árabes , al llegar a la región, realizaron ampliaciones y mejoras, adaptándose a las variaciones del caudal del manantial, unas intervenciones que son visibles en los muros y canalizaciones descubiertas durante las excavaciones arqueológicas de los años 90. Las remodelaciones han continuado hasta épocas más recientes, con obras que datan desde el siglo XVII hasta finales del XX. En 2016, se añadieron piscinas naturales , complementando el conjunto histórico y haciendo del lugar un destino aún más atractivo para los visitantes. Puente romano en las proximidades de los Baños de la Hedionda ABC En temporada alta, del 23 de junio al 10 de septiembre, el acceso a los Baños de la Hedionda está regulado para preservar su valor patrimonial y controlar el aforo. Durante este periodo, se puede visitar de lunes a viernes entre las 12 y las 19 horas , y hasta las 20 horas los fines de semana. En el exterior, diversas pozas permiten el baño en cualquier horario. Para llegar a los Baños de la Hedionda hay que seguir el cauce del río Manilva , partiendo desde el municipio del mismo nombre. El camino pasa por debajo del viaducto de la autovía AP-7 y continúa por una senda de tierra que conduce directamente a los baños.