Una investigación reciente sugiere que la leyenda de sacrificios vudú en el palacio del rey Guezô, ubicado en Benín, África durante el siglo XIX, es verdadera. Este palacio es parte de los Palacios Reales de Abomei, considerados patrimonios mundiales por la UNESCO, y fue construido con sangre humana, según concluye un nuevo estudio publicado en el periódico Proteomics el 29 de mayo.
El estudio revela que el palacio fue construido utilizando la sangre de 41 personas que fueron sacrificadas. El rey Guezô, conocido por su brutalidad militar, reinó en Abomei de 1818 a 1858, siendo el noveno de los 12 reyes que gobernaron desde el siglo XVII hasta principios del siglo XX. “El aglutinante de las paredes no es una argamasa común, sino que está hecho de aceite rojo y agua lustral mezclados con la sangre de 41 víctimas de sacrificio. El número 41 es sagrado en el vudú”, explican los autores de la investigación, según el sitio IFL Science. Las víctimas eran probablemente esclavizadas o prisioneras de poblaciones enemigas.
La técnica de espectrometría de masa utilizada en el estudio confirmó la presencia de proteínas sanguíneas humanas y de gallinas, como hemoglobina e inmunoglobulinas, así como de trigo, un componente curioso que solo comenzó a cultivarse en África Subsahariana mucho después de la muerte del rey Guezô. Esto sugiere que la relación de Guezô con el emperador francés Napoleón II pudo haber resultado en la recepción de baguettes y otros regalos de Francia, incorporados posteriormente al palacio como parte de un sacrificio.
El hallazgo de proteínas sanguíneas en las paredes del palacio sugiere la necesidad de un análisis de ADN para determinar cuántas personas realmente tuvieron su sangre utilizada en la construcción de la estructura.
En un ritual conocido como “Grandes Costumbres”, la muerte de los reyes de Daomé era marcada por el sacrificio de casi 500 víctimas. Este rito culminó durante el reinado de Guezô, y la caída del reino en 1894 llevó al casi total desvanecimiento de esta práctica, según los especialistas.
*La redacción de este contenido fue asistida con inteligencia artificial.
