Las empresas argentinas ratifican tendencia que comenzó en los últimos meses y, a la par de la caída en la inflación, siguen bajando puntos a los aumentos para sueldos ejecutivos que estimaban dar en el año.
Hoy, las compañías calculan un ajuste promedio del 191% para 2024, cinco puntos menos que respecto a abril. Lo positivo es que este porcentaje supera la inflación proyectada. Los puntos a tener en cuenta son: que las proyecciones de aumento van a la baja y que la brecha entre los ajustes por sectores se acentúa.
Mientras la inflación privada proyectada a mayo, según Latin Focus, es de 173%, la de las empresas es de 190%. Así, los sueldos ejecutivos, es decir, fue de convenio, le ganaría el índice de costos por primera vez desde 2015, con excepción de la pandemia.
Claro que la situación sería solo una foto, ya que con la pérdida de años, los salarios argentinos aún no se vuelven competitivos. De terminar así el año, serviría para que los sueldos recomponga algo de todo lo perdido.
Los datos surgen del quinto relevamiento del año de la encuesta TISA de la consultora Mercer, que se hizo entre el 10 y 17 de mayo y en el que participaron 473 compañías con operaciones en el mercado argentino.
"El punto importante y diferente de este momento del proceso que estamos viviendo es que estamos transitando el camino opuesto al que estamos acostumbrados como país", señaló Marcelo Jalil, Total Rewards & Career manager de Mercer Argentina.
El experto explicó que "Argentina tuvo los últimos largos años la lógica de acelerar sus expectativas de inflación respecto a lo que estaba estimado. Hoy el mercado está planificando adelante del contexto inflacionario".
Hasta abril, los incrementos están por encima de la inflación (70% vs 65 %), explicado por un intento de recuperación sobre lo otorgado en 2023.
"Es completamente diferente el análisis que debería hacer una compañía que pudo otorgar incrementos salariales cercanos a la inflación, de una que estuvo lejos. El segundo caso hoy es mucho más frágil porque sería seguir disminuyendo su competitividad salarial contra sus competidores y el mercado", comentó Jalil.
Sin embargo, el contexto de relativa incertidumbre continúa representando un reto para las organizaciones a la hora de ofrecer proyecciones para el año.
De acuerdo con el informe, las empresas con casa matriz en Argentina reaccionan de manera más ágil, garantizando, para el mercado general, una cantidad de incrementos superiores a las compañías subsidiarias de multinacionales.
Asimismo, ante las expectativas de baja de inflación, se ajustaron los presupuestos de incrementos a la baja también a mayor velocidad: el presupuesto de las organizaciones nacionales se ubica un 2% por debajo de las compañías subsidiarias, cambiando la tendencia de reportes anteriores.
Por otro lado, el estudio encuentra que la dispersión de incrementos entre industrias creció en comparación con la edición anterior, obteniendo una brecha entre máximos y mínimos de 49 puntos versus 33 puntos del TISA #4. Además, la proyección de incrementos de cada uno de los trimestres de 2024 no presentó variaciones significativas respecto al relevamiento de abril.
Respecto a la cantidad de incrementos previstos por las compañías, dar ajustes cada 2 meses sigue siendo la alternativa que eligen más empresas.
Un 13% de las compañías traslada completamente la inflación y no considera el mercado para definir los ajustes salariales.
A diferencia de relevamientos realizados en años anteriores, en 2024 aún hay organizaciones que no cerraron su presupuesto anual o que lo revisan de manera continua. En ese sentido, un 14% de las ellas no cuentan con un presupuesto anual para 2024.
Si se incluye en la estadística los incrementos estimados pendientes de aprobación, las proyecciones anuales se sitúan en un 195%, 4 puntos por encima de lo aprobado.