Excelentísimo señor Nikol Pashinián, primer ministro de la República de Armenia y presidente de la Unión Económica Euroasiática;
Excelentísimo señor Román Golóvchenko, primer ministro de la República de Belarús;
Excelentísimos Jefes de Delegaciones de los países miembros del Consejo Intergubernamental Euroasiático;
En primer lugar, permítanme extenderles un caluroso saludo al pueblo y Gobierno bielorrusos, que acogen esta sesión del Consejo Intergubernamental Euroasiático y agradecerles por la invitación que nos cursaran para participar en este importante evento.
Como hemos expresado en más de una ocasión en estos encuentros, el Gobierno de Cuba les confiere una gran importancia a las relaciones económico, comerciales, financieras y de cooperación con la Unión Económica Euroasiática y sus Estados miembros, que tienen como fundamento los históricos vínculos entre el pueblo cubano y los pueblos de esta región.
Hace solo pocos días, en el mes de mayo, festejamos el décimo aniversario de la firma del Tratado de la Unión. El camino transitado no ha estado exento de obstáculos, aunque se aprecian resultados satisfactorios que redundan en un mayor desarrollo de sus respectivas economías y del bienestar de sus pueblos.
La Unión Económica Euroasiática ha logrado convertirse en una plataforma para una estrecha interacción económica entre sus Estados miembros y, a la vez, un actor promisorio en el espacio internacional.
Debemos lograr una mayor coordinación que nos permita desarrollar proyectos conjuntos novedosos y atractivos en áreas de interés común. En este contexto, resulta fundamental una relación más sistemática y eficaz entre los ministerios y organismos sectoriales de la Comisión y los Estados miembros y observadores.
En la esfera de la agricultura y la agroindustria existen oportunidades que hemos venido trabajando con los socios bielorrusos durante años. Los negocios que logremos desarrollar tributarán también a la exportación de productos cubanos hacia los países miembros de la UEEA.
Además de una mayor vinculación en estas esferas, nos permitiría promover la inversión extranjera para el desarrollo de la producción animal, como el pollo, el ganado, el cerdo, así como también de cítricos, frutales, azúcar, cacao y café. Potenciar el desarrollo de los granos y semillas, y la creación conjunta de vacunas veterinarias, es otra posibilidad, de las tantas que pudieran surgir y extenderse como una experiencia provechosa.
De igual forma, debemos propiciar intercambios, entre las estructuras de la Comisión Económica Euroasiática, los empresarios de los países de la Unión y Cuba, con el objetivo de establecer vínculos directos para el incentivo del comercio y la cooperación, así como la inversión extranjera.
El pasado 21 de mayo tuvo lugar, en La Habana, un Foro Empresarial Cuba-Unión Económica Euroasiática, organizado por la Cámara de Comercio de la República de Cuba, que contó con la presencia de empresarios de los sectores de la agricultura, la salud, los servicios médicos, el turismo, la cultura, el deporte, la industria química y sideromecánica, el transporte y el comercio exterior.
Este espacio constituyó una oportunidad para conocernos mejor, profundizar en los mecanismos de la Unión Euroasiática y promover las posibilidades de cooperación e inversión, entre el empresariado cubano y sus pares de los países miembros de la Unión. Cuba está totalmente abierta al desarrollo de iniciativas que contribuyan a estos propósitos.
Una vez más quisiera ratificar el compromiso de mi país, único en la región de América Latina que ostenta la condición de observador en la UEEA, con el desarrollo de una cooperación mutuamente beneficiosa, en la cual Cuba no sólo puede aportar con su potencial en términos de capital humano, infraestructura, base productiva, resultados científicos y técnicos en ámbitos novedosos, salud y turismo, sino también, en su condición de Estado plenamente integrado en América Latina y Caribe.
Nuestra región cuenta con un marco muy favorable para el desarrollo de sus relaciones comerciales, lo que podría contribuir a los intereses económicos de la Unión y sus Estados miembros. Los beneficios comerciales que se ofrecen permiten que los productos terminados en Cuba se exporten a América Latina y el Caribe, con ahorros sustantivos en los procesos productivos, en los aranceles y en la transportación, en momentos en que estos costos tienden a aumentar cada vez más en el mercado internacional.
Antes de concluir, quisiera trasladar el agradecimiento del Gobierno y pueblo cubanos a todos los Estados miembros de la Unión por su sostenido y claro apoyo en nuestra batalla contra el prolongado y reforzado bloqueo económico comercial y financiero de EE.UU. contra Cuba, que representa el principal obstáculo a nuestro desarrollo y afecta diariamente las condiciones de vida de todos los cubanos. El gobierno estadounidense debería sacar también a nuestro país de la lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo, lo cual utilizan como pretexto para mantener las medidas coercitivas contra nuestro pueblo.
Estimados colegas, tras celebrar el décimo aniversario de esta vital asociación multifacética, reiteramos nuestros deseos de éxitos en su desarrollo futuro, y confiamos en que continuaremos impulsando el desarrollo económico sostenible en nuestros países, en aras de una mayor prosperidad para nuestros pueblos.
Les aseguro que Cuba seguirá resistiendo y desarrollándose, hasta la Victoria Siempre.
Muchas gracias.
Primer Ministro de la República de Cuba, Manuel Marrero Cruz