El año 2023 marcó un punto de inflexión en el mercado de crédito a familias en España. Tras dos años de crecimiento sostenido, el saldo de crédito en las entidades financieras experimentó una contracción del 2,2%, reflejando el impacto de un entorno macroeconómico caracterizado por la inflación, las elevadas tasas de interés y la pérdida de poder adquisitivo familiar.