La inflación de mayo quebró la tendencia que mostró en los últimos meses: mientras que los regulados eran el factor que impulsaban el alza, los alimentos quedaban por abajo del promedio desde enero. Las mediciones privadas coincidieron en una aceleración en esta categoría en el último mes, mientras que sobre los regulados se reforzó el control de precios.
En abril, el nivel general de la inflación fue de 8,8%, casi tres puntos menos que en el mes anterior. La suba más significativa la tuvieron vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un alza del 35,6% en el mes, mientras que alimentos y bebidas no alcohólicas subieron 6%, casi tres puntos por debajo del nivel general.
Esto se reflejó en que los precios regulados anotaron una suba del 18,4%, contra un alza del 9,9% en los estacionales, y un aumento del 16,5% en los servicios, contra un 6,3% que registraron los bienes.
Según los datos anticipados de mayo, esta tendencia se quebró. En el quinto mes del año iba a empezar la indexación del precio de las tarifas finales de luz y gas. Sin embargo, el Gobierno decidió posponer esta actualización para evitar su impacto sobre el IPC, que ya reflejaba las dinámicas alcistas de estas divisiones.
Por otro lado, las consultoras reflejaron una aceleración en los precios de los alimentos por encima del nivel general, algo que no ocurría desde enero. Vale aclarar que en general los alimentos son los que mayor incidencia tienen dentro del indicador general, algo que no se cumplió en los últimos meses.
Según EcoGo, los precios de los alimentos en mayo se aceleraron respecto del mes anterior y además se ubicaron por encima del nivel general estimado por la consultora.
Los alimentos y bebidas en esta medición subieron un 6,1% mientras que para el nivel general se ubicó en 4,9%. Reflejó también una suba contra abril, cuando los alimentos subieron 5,6% según la consultora dirigida por Marina Dal Poggetto.
Algo similar informó FIEL, que ratificó que se sostiene la tendencia a la baja y estimó que el IPC del quinto mes del año en CABA fue del 4,8%, mientras que la suba en alimentos y bebidas no alcohólicas fue de 6,8%. La mayor alza la registraron en bebidas alcohólicas y bienes y servicios varios (9,2%). En el sentido contrario, los gastos en vivienda subieron un 4,9%.
Dentro de los alimentos y bebidas, la verduras frescas y congeladas fueron las que más se encarecieron, mientras que las frutas mostraron la principal baja. Este sería el primer mes en los últimos tres en los que los bienes aumentaron más que los servicios (5,7% vs. 3,5%), lo mismo que los estacionales por encima de los regulados (5,7% vs. 2,4%) y el nivel general.
Orlando Ferreres y Asociados estimó que en mayo la inflación fue del 4,6% mientras que en alimentos fue del 6%. Si bien esta categoría se ubica tercera entre las que más subieron, fue la de mayor incidencia en el nivel general.
LCG por su parte indicó que la inflación de alimentos en mayo promedió el 4,2%, empujada por las subas de bebidas e infusiones, condimentos y verduras.
Los alimentos tienen aún un mes más de vigencia de la flexibilización de importaciones de la canasta básica, una medida tomada por el Gobierno para asistir a la baja de precios de los alimentos locales y que, según señalaron, ayudaron a contener la inflación: mientras que el acumulado de febrero a abril fue de 21%, los productos importados anotaron subas de hasta 18% y caídas de hasta un 22%.