Que no se puedan publicar datos oficiales del recuento hasta que se cierren todos los colegios electorales en la UE no es una excepción. Sí es una excepción, no hay precedente en democracia, de una campaña que el presidente del Gobierno haya convertido en un batalla personal contra jueces, medios de comunicación y demás voces críticas, lo que Moncloa ha circunscrito como "fango"
Como establece el ordenamiento europeo, en ninguno de los Estados miembros se podrá publicar ningún dato de los recuentos en marcha hasta que se cierren todos los colegios electorales en la Unión. Es una decisión europea que obliga a todos los Gobiernos. y que ya se ha aplicado en anteriores comicios. En el caso español, en esta ocasión las europeas no coinciden con otro proceso electoral interno, el de las municipales, lo que, cuando se da la circunstancia, obliga al Gobierno a atender primero a este recuento. Italia cierra sus colegios electorales a las once de la noche, y esto implica que desde las ocho de la tarde hasta las once solo Moncloa, Interior y la empresa Indra manejarán los datos de un recuento que, como circunscripción única, avanzará muy rápido.La normalidad del proceso la rompe la sospecha que introduce en el marco político el clima de confrontación y el camino que ha elegido Pedro Sánchez para tapar el caso judicial que afecta a su esposa, Begoña Gómez, la amnistía y demás puntos débiles de su Gobierno.
La oposición desconfía del uso que pueda hacer Moncloa de los datos a los que vaya teniendo acceso. Plantea que habrá un fluir de esa información, teledirigida en su orientación por los gurús del presidente, hacia sus medios más afines, especialmente Prisa. La política de Moncloa de utilizar siempre los mismos canales de comunicación como base desde las que lanzar su propaganda no ayuda a suavizar estas sospechas.
Hay que tener en cuenta, además, que el fondo Amber, que dirige el presidente del grupo de comunicación Prisa, Joseph Oughourlian, ha elevado de forma considerable su participación en Indra, una empresa considerada estratégica. De hecho, ha duplicado su inversión hasta convertirse en el segundo socio tras el Gobierno. Indra es la empresa contratada por el Gobierno, a través de un concurso público, para transmitir los datos provisionales de las elecciones. No se encarga del recuento, que lo hacen los miembros de la mesa electoral.
La citación de la esposa de Pedro Sánchez por parte del juez Juan Carlos Peinado aumenta la tensión ante la noche electoral y la incertidumbre sobre los resultados por lo impredecible del impacto de este movimiento judicial. El marco de la corrupción penaliza, por lógica, al partido afectado, pero Sánchez ha optado tácticamente por confundir un problema judicial privado, que concierne a su esposa, con otra razón de ser para que el voto de izquierdas se incline a su favor y le dé la victoria el domingo en las urnas.