El pasado 26 de enero Blanca Flores tomaba posesión de su cargo como subdelegada del Gobierno en Cádiz cogiendo el relevo del anterior responsable José Pacheco. Entonces en un acto en Sevilla, Flores afirmaba sentirse «abrumada por la responsabilidad», y al mismo tiempo «satisfecha de poder representar al Gobierno en su provincia». A los días sucedía uno de los hechos más dramáticos y terribles que han ocurrido en la provincia en los últimos tiempos en cuestiones de seguridad, el asesinato de dos guardias civiles tras ser embestidos en acto de servicio por una narcolancha en Barbate. Pero este episodio además volvía a traer a escena las denuncias de los colectivos policiales por falta de medios en esta lucha contra bandas de delincuentes cada vez más violentas y sin escrúpulos. Un triste ejemplo de una batalla en la que el Gobierno de España tiene mucho que decir. Y hacer. Lleva ya unos meses en el cargo pero su llegada ha sido complicada. Nada más arrancar tuvo que afrontar el terrible asesinato de dos guardias civiles por unos narcos en Barbate... Sí, ha sido complicada, sí. Una tragedia de esa envergadura, afortunadamente no pasa todos los días, pero que te pase nada más haber sido nombrada, imagínese. En ese momento, ¿qué piensa? - De todo un poco. Sobre todo te haces una idea de la responsabilidad que supone asumir este cargo en una provincia como la de Cádiz que tiene las dimensiones de dos o tres provincias juntas, con más longitud en la costa que ninguna, con tres capitanías, dos comandancias, que tiene cuatro campus, seis comarcas, tres cámaras de comercio, y que es la segunda en número de funcionarios después de Madrid y transfronteriza con Estados Unidos, Reino Unido y con Marruecos enfrente, otro continente. Siga leyendo en lavozdigital