Suele ocurrir que lo propio llama más la atención a los de
fuera que a los nativos. Con frecuencia, los visitantes extranjeros pueden
aportar una perspectiva diferente sobre aspectos que pueden pasar inadvertidos
para los locales. Por eso, es normal que pasemos toda la vida en un lugar y
solo lo conozcamos realmente cuando viene algún invitado de fuera y decide
hacer turismo.
Esto es algo que también ocurre frecuentemente con la prensa
británica. Año tras año, los ciudadanos británicos eligen España como uno de
sus destinos favoritos para pasar las vacaciones. De hecho, el Reino Unido es el
país que más turistas nos envía, por encima de otros países como Alemania,
Italia o Francia, que también suelen decantarse por nuestro país para hacer una
escapada.
Es tanto el interés que despierta nuestro país como destino de vacaciones para los turistas británicos, que las referencias a alguna peculiaridad con interés turístico de nuestro país son constantes. Es lo que ha ocurrido con el periódico The Sun, que ha destacado un atractivo municipio español que está considerado como “la ciudad más pequeña del mundo”.
Frías se encuentra situada en la provincia de Burgos. Más específicamente, forma parte de la comarca de Las Merindades. Es un municipio estratégicamente ubicado para cruzar el río Ebro, una ruta que se ha utilizado desde la época romana. Y tal y como detalla el diario británico, está considerada la ciudad más pequeña del mundo:
"A pesar de ser una ciudad, tiene menos de 300
habitantes actualmente. Esa denominación se remonta al siglo XV, cuando el
entonces rey Juan II de Castilla otorgó a la zona el título de ciudad para
canjearla por la villa de Peñafiel. Técnicamente es una ciudad medieval, pero
conserva su título de ciudad", detalla el artículo.
Y es que, si bien es cierto que en 2023 solo había 267
personas empadronadas en el municipio burgalés, a comienzos del siglo XVI tenía
más de 6.000 habitantes, lo que era una cantidad notable para la época. Ahora
bien, Frías no destaca únicamente por su tamaño. Esta pequeña localidad también
se encuentra en la lista de la "Asociación de los Pueblos más Bonitos de
España" y, por si esto fuera poco, destaca por su rico patrimonio cultural
y natural:
La historia de Frías se remonta al año 867, durante la repoblación de estas tierras después de la conquista a los musulmanes. En el siglo XI, el conde Sancho García, conocido por el sobrenombre de "el de los buenos fueros", adquirió la ciudad. A su muerte, Frías se integró en el reino de Pamplona Nájera (predecesor del reino de Navarra) bajo el reinado de Sancho Garcés III el Mayor.
En 1202, el rey Alfonso VIII otorgó a Frías el Fuero de
Logroño para darle mayor bienestar e independencia. Esto favoreció el
desarrollo económico de la población, que llegó a contar con una judería. A
partir de este momento, Frías pasó a depender de Castilla y extendió su
influencia por todo el Valle de Tobalina. En el siglo XIV, se construyó una
torre sobre el puente con el objetivo de cobrar más eficientemente el pontazgo.
En 1435, el rey Juan II de Castilla otorgó a la villa el
título de ciudad con el objetivo de intercambiarla a Pedro Fernández de
Velasco, conde de Haro, por Peñafiel. La población de Frías se negó a aceptar
al conde de Haro como su señor, lo que llevó al enfrentamiento y asedio de la
plaza. Tras un largo tiempo, la ciudad tuvo que rendirse y acatar las normas
del nuevo señor. En 1492, los Reyes Católicos crearon el Ducado de Frías, que
otorgaron a los Velasco. Hasta el día de hoy, el municipio ha estado vinculado
a la provincia de Burgos.
Aún quedan algunas maravillosas huellas arquitectónicas que dan fe de la rica historia de Frías y que están hoy disponibles para los visitantes que quieran contemplarlas: Para empezar, debemos mencionar que Frías es atravesada por una de las calzadas romanas más importantes de la Península Ibérica, que conecta el norte del país con la meseta castellana.
Más modernas, pero igualmente interesantes, son las casas colgantes de Frías. Se trata de uno de los mayores atractivos para los visitantes. Estas casas, de dos o tres alturas, cuelgan desde la roca y su fachada tiene entramados de madera. En la antigüedad estaban rodeadas por una muralla, de la que actualmente solo quedan algunos restos y dos de las puertas, la de Medina y la del Postigo.
En el corazón de Frías, se encuentra el imponente Castillo
de los Duques de Frías, construido en el siglo IX en lo alto de un cerro,
aunque la estructura que presenciamos hoy día data de finales del siglo XII y
principios del XIII, ofreciendo una vista panorámica de la ciudad y sus
alrededores.
No muy lejos de allí, se ubica el Puente Medieval, una obra
arquitectónica de origen románico de nueve arcos y 143 metros de longitud, que
en el siglo XIV se le añadió una torre defensiva en la parte central. Además,
en el casco antiguo de la ciudad, se sitúa la Iglesia Parroquial de San Vicente
Mártir y San Sebastián, el principal templo religioso de la localidad, cuya
construcción original románica mantiene apenas algunos restos visibles.