Ciudad de México y Madrid. La recién electa presidenta de México, la izquierdista Claudia Sheinbaum, enfrenta su primer reto: convencer a los mercados de que habrá prudencia fiscal y estabilidad macroeconómica durante su gobierno.
Sheinbaum, quien gobernará con mayorías legislativas según la proyección de las autoridades electorales, se apresuró a ratificar en el cargo al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, luego de que el lunes la Bolsa mexicana se desplomara 6% y el peso perdiera un 4,3% frente al dólar.
El propio ministro reforzó el mensaje este martes durante una llamada con inversionistas, que según medios mexicanos duró apenas dos minutos.
La nueva administración, que arrancará el 1.º de octubre, tendrá como prioridad “la estabilidad macroeconómica, prudencia fiscal y la viabilidad” de sus objetivos fiscales, según la transcripción de lo dicho por el funcionario, que difundió la secretaría de Hacienda.
“Confirmar a los organismos internacionales e inversionistas privados que nuestro proyecto se basa en la disciplina financiera, acatando la autonomía del Banco de México (central), el apego al estado de derecho y facilitando la inversión privada nacional y extranjera”, añadió.
El peso mexicano cerró la jornada de este martes con una caída de 0,95% a 17,88 unidades por dólar, según cifras del banco central, mientras que la Bolsa mexicana ganó 3,24%, equivalente a 1.678,07 puntos, para cerrar en 53.485,62 puntos.
Varios grupos empresariales de diversos giros han felicitado a Sheinbaum por su elección. El influyente Consejo Coordinador Empresarial (CCE) se dijo dispuesto a trabajar con el nuevo gobierno para “impulsar el crecimiento (...), generando inversión y empleos”, mientras que la Cámara de la Industria de la Transformación (Canacintra) señaló que buscará ayudar al “desarrollo económico y social de los mexicanos”.
El secretario de Hacienda dijo también que estrechará la colaboración con la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), “aprovechando el apoyo en el Congreso para optimizar el buen uso de los recursos públicos”.
El presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que basa su gran popularidad en amplios programas sociales, ha inyectado millones de dólares a la petrolera, aduciendo que es un “baluarte” de la economía mexicana.
Uno de los mayores desafíos del gobierno de Sheinbaum es el déficit fiscal para este año, de 5,9% del PIB según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), y las débiles finanzas de Pemex.
Fitch Ratings apuntó que los resultados de las elecciones en México, indican una amplia continuidad de las políticas económicas de la administración saliente, aunque se prevén algunos riesgos en materia de déficit fiscal.
La agencia calificadora, señaló que si bien la nueva administración hereda una economía estable, donde el sólido marco de política macroeconómica característico de México sigue siendo positivo para la calificación soberana, el déficit aumentará materialmente este año y la consolidación fiscal será “un desafío clave” para el nuevo Gobierno.
Sheinbaum ha manifestado su voluntad de reducir el déficit a niveles consistentes con una trayectoria estable de deuda sobre el PIB. Sin embargo, para Fitch persiste la incertidumbre sobre cómo se logrará. En este sentido, ha alertado que el apetito político por una reforma para mejorar la recaudación de impuestos “sigue sin estar claro”.
Según la proyección oficial, la coalición de gobierno controlará dos tercios de la Cámara de Diputados, mientras que su votación para el Senado también está en el rango de una posible supermayoría. El nuevo Congreso mexicano tomará funciones el 1.º de septiembre próximo.
Con los resultados electorales sobre la mesa, que dan una amplia mayoría al partido gobernante en el Congreso, Fitch estima que la nueva presidenta tendrá facilidad para aprobar presupuestos y asegurar la aprobación de reformas constitucionales.
López Obrador propuso al Legislativo un polémico plan de reformas constitucionales para que jueces y magistrados sean electos por voto popular, y aumentar las pensiones que son administradas por fondos privados.
Víctor Ceja, economista en jefe de la firma financiera Valmex, afirmó que entre los cambios que podría aprobar un Congreso dominado por el oficialismo están “la eliminación de organismos autónomos (...) y restricciones a la participación privada en sectores estratégicos” como la energía.
“De aprobarse estos cambios, aumentaría la carga fiscal (para el Estado), lo que dificulta la disminución del déficit público, y la inflación podría permanecer elevada por un período prolongado”, explicó.
Con el 95% de los votos computados, Sheinbaum, científica de 61 años, obtuvo el 59,3% de la votación, lo que significa más de 30 puntos por encima de la opositora de centroderecha Xóchitl Gálvez, según datos del Instituto Nacional Electoral (INE).