El cuadro 'Éloge du maquillage' (Elogio del maquillaje) es el último Degas autentificado, un pastel que, tras siglo y medio de agitada vida con viajes y confiscaciones durante la Guerra Civil. Hace tres años, la obra experimentó un último giro en su trayectoria: según ha revelado este miércoles el diario 'El Punt Avui', el cuadro fue vendido en 2021 a través del portal todocoleccion.com por 926 euros.
Su anterior dueño anunció el cuadro con el título “Pintura al óleo sobre tela con la firma Degas”, según ha confirmado también 'El País', como si no diera credibilidad a la rúbrica del autor. El comprador, sin embargo, quiso confirmarlo inmediatamente y la obra ha sido presentada esta semana como como una de las raras obras de Edgar Degas (1834-1917) conservadas en España.
Presentado por primera vez al público en 1952 en la célebre sala Gaspar de Barcelona, 'Elogio del maquillaje' pertenece ya a un coleccionista particular anónimo que, tras adquirirlo, ha contado con el experto Michel Schulman, autor del catálogo de Degas que cuenta con más de 1.750 obras, para verificar que la obra que acababa de comprar no era una copia.
“La autentificación de esta obra llega tras un exhaustivo análisis de pigmentos, un minucioso estudio llevado a cabo con rayos X y fotografías, entre otras técnicas”, ha señalado en rueda de prensa Michel Schulman, quien ha explicado que 'Elogio del maquillaje' (1979) sale de otra obra del pintor francés, 'Le client sérieux' (El cliente serio) de 1879.
“'Elogio del maquillaje' es una escena de burdel, tema importante en las obras de Degas quien dibujó muchos de sus desnudos en lugares que conocía bien”, ha recordado Schulman. “Degas solía trabajar cuadros a partir de una escena o personaje de otra obra anterior”, ha añadido este experto, que ha informado de que en España hay pocos Degas: tres en el Museo Thyssen-Bornemisza, uno en el Museo de Montserrat y alguno en colecciones particulares.
En el trabajo de investigación en el que han intervenido los historiadores de arte Judith Urbano y Álvaro Pascual, además del consultor Joan Arjona Rey. 'Elogio del maquillaje' es un pastel sobre cartón con la firma del pintor francés en el margen inferior derecho, según Schulman, quien ha destacado que en él se ve a dos mujeres, una de ellas de perfil y la otra en el centro del cartón empolvándose la nariz.
La historia de este cuadro comienza cuando el acuarelista e ilustrador barcelonés, afincado en París, Julián Bastinos (1852-1918) lo compró en 1887. “Un hecho que se conoce a través de la carta que Degas envió a su amigo el cantante de ópera Jean-Baptiste Faure, en la que le cuenta que un tal Mr. B le ha comprado un cuadro por 3.000 francos”, ha contado Judith Urbano.
Posteriormente, Bastinos se instaló en El Cairo, a donde llevó el cuadro “como lo prueba la etiqueta de un enmarcado en una casa de marcos de lujo en Alejandría que figura en su reverso”, ha detallado.
Tras el fallecimiento de Bastinos en 1918, el pastel regresa a España gracias a su hermano Antonio pero en 1934 el cuadro fue incautado poco antes de la Guerra Civil (1936-1939), “una confiscación que tuvo lugar bajo el amparo de la Ley de la Generalitat de Catalunya con el fin de conservar el patrimonio artístico”, ha contado Urbano.
Durante un tiempo se custodió en el Monasterio de Pedralbes (Barcelona), “según indica otra de las etiquetas que aún permanece en la trasera de esta obra de arte”, ha indicado.
El pastel lleva otra etiqueta con la leyenda “Recuperado del enemigo”, una tercera etiqueta del Ministerio de Educación Nacional con fecha de enero de 1939, “data que coincide con la entrada de las tropas de Franco en Barcelona”, ha recordado.
Al año siguiente, la obra es adquirida por Joan Llonch Salas, presidente del Banco de Sabadell y de la Academia de Bellas Artes de Sabadell (Barcelona). Desde entonces ha permanecido junto a la familia Llonch, hasta la adquisición por el actual propietario.
Otra etiqueta, la cuarta, recuerda que esta obra de arte estuvo en la sala de exposiciones Gaspar de Barcelona, la única vez que ha sido expuesta en público, aunque este martes volverá a la escena pública en el Ateneo de Madrid, pero solo por unas horas; después regresará a salones privados.
“No sabemos si se cederá temporalmente a algún museo”, ha dicho el consultor Joan Arjona Rey, que ha advertido de que este tipo de pasteles en el mercado del arte ronda entre siete y ocho millones de euros, incluso algunos llegan hasta 12.
