Este nuevo paradigma tecnológico descentraliza el control de los datos y las transacciones, abriendo nuevas oportunidades, especialmente en el ámbito financiero.
En los últimos años, la inteligencia artificial, las criptomonedas y la computación cuántica emergieron como las principales innovaciones tecnológicas, capturando la atención de los medios y las agendas empresariales. Sin embargo, en paralelo a estos avances -y más en las sombras-, está surgiendo un nuevo paradigma que promete romper con todo lo que conocemos sobre la internet.
Se trata de la Web 3 que, aunque todavía está envuelta en cierto misterio, se espera que su valoración de mercado alcance los u$s 6.630 millones este año, según la firma de investigación y análisis de mercado, Market.US.
Para entender este concepto, primero es necesario revisar lo que es la Web 2 que, en términos más sencillos y amplios, vendría a ser el manejo del internet en el día de hoy. Gracias a esta web, los usuarios pueden ser dinámicos e interactuar, crear y compartir contenido de manera activa a través de plataformas como redes sociales, blogs y wikis; algo que no sucedía en la Web 1.0, donde se requería de conocimientos especializados de programación para poder crear contenido online.
La faceta más reciente del internet, que está en pleno auge y desarrollo, es la Web 3, y llega para ofrecer un entorno más descentralizado, seguro y transparente; basándose en tecnologías como la blockchain y la posibilidad de tener conexiones digitales sin intermediarios.
En la "nueva web" no hay una autoridad central que controle la red. El control sobre los datos pasa de las grandes empresas como Google o Facebook a los usuarios. La información y las aplicaciones se guardan y gestionan en una red de computadoras distribuida, dándonos más poder sobre nuestra privacidad y nuestros contenidos.
Si bien la Web 3 aún está en sus primeras etapas y tiene algunos desafíos por delante, sus beneficios ya son palpables y experimentados por muchos usuarios. Es que más allá de la privacidad y la descentralización, esta nueva forma de manejarse en internet despliega un sinfín de oportunidades que en la web 2 no suceden; especialmente en lo que respecta al mundo financiero.
Un caso ejemplar es el de Bitso, empresa de servicios financieros con operaciones en la Argentina. Además de ofrecer una billetera centralizada y custodiada, que acepta la compra y venta de cripto (entre muchos otros servicios), la compañía recientemente lanzó una billetera nativa de la web 3; esto con el fin de construir un puente entre el mundo centralizado y el no centralizado, desde una misma app.
La nueva billetera permite operar con más de 2.000 tokens, coleccionar NFTs desde la misma plataforma y, lo más atractivo, conectarse con cientos de aplicaciones descentralizadas que brindan productos impensados en las finanzas tradicionales: poner a rendir las criptomonedas simplemente por tenerlas en la cuenta, solicitar créditos al instante sin tener cuenta bancaria, intercambiar activos de manera directa con otros usuarios y a un precio acordado entre ambos, entre muchas otras cosas.
Cabe mencionar que el nuevo monedero de Bitso es de auto custodia; lo que quiere decir que el usuario tiene el control total sobre sus fondos y claves privadas; por ende, no dependen de la empresa para almacenar, resguardar o gestionar sus activos digitales.
La diferencia con otros productos en el mercado es que, dado el clásico problema de que las personas pueden olvidarse o perder las "llaves" a su billetera, Bitso le solicita al usuario crear un "archivo de respaldo" o copia de seguridad para que nunca corra el riesgo de perder el acceso a sus fondos.
"Queremos brindar una manera fácil, segura e intuitiva para que nuestros más de 8 millones de clientes puedan acceder a este nuevo mundo que se está construyendo; para que puedan aprovechar las oportunidades que ofrece el mundo cripto a través de diversas blockchains", señaló Daniel Vogel, CEO y cofundador de Bitso.
Como esta organización de servicios financieros, hay muchísimas otras empresas que apuestan por la Web 3 y que buscan acercar sus beneficios a todos los argentinos. Con un panorama económico incierto y fluctuante, la adopción de esta tecnología podría representar una oportunidad única. Desde una mayor inclusión financiera hasta la transparencia en la gestión de datos, la Web 3 promete un cambio significativo en la forma en que interactuamos en línea y en cómo se desarrollarán los negocios.
