Las entidades LGTBIQ+ integradas en la Fundació València Diversitat (FVD) han anunciado este lunes su retirada «definitiva» del proyecto para la celebración de los Gay Games 2026 en Valencia , como respuesta al «secuestro» de la organización de los mismos por parte del Ayuntamiento de la capital del Turia y la Generalitat Valenciana, ambas instituciones gobernadas por el PP y Vox. La salida de Lambda, la Asociación de empresas y profesionales para lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de la Comunitat Valenciana (Avegal) y Club Esportiu LGTBI+ Dracs València (Dracs) supone que, a día de hoy, «ninguna» entidad del colectivo respalda el evento. Seguir adelante con el mismo, señalan en un comunicado, «supondría un gran descrédito, no sólo para la competición en sí misma, sino también para su entidad licitadora, la Federación de Gay Games». «No resultaría ético ni viable» , aseveran. De hecho, en caso de que Valencia se mantuviera como sede en 2026, la FVD llamará al «boicot». En ese sentido, reafirman «su apoyo pleno a la posibilidad de trasladar el evento a cualquier otra ciudad más respetuosa con los derechos LGTBIQ+, como pudiera ser Múnich, que en su momento ya se presentó como candidata y ha mostrado interés en acoger los juegos». Una cláusula del contrato firmado con la federación internacional lo permitiría tras los cambios realizados en el comité organizador. Fuentes del Ayuntamiento de Valencia señalan que el Ejecutivo municipal «respeta» la decisión de los colectivos. Aunque «lamenta» la misma y la llamada al sabotaje, mantiene su intención de llevar a cabo los juegos. El consistorio valenciano -gobernado hasta mayo de 2023 por Compromís y PSPV- modificó la estructura original de gestión de los Gay Games, liderada por las asociaciones LGTBIQ+ con el soporte de las administraciones. La Fundación Deportiva Municipal pasó a ponerse al frente del evento. La creación del comité organizador el pasado mes de marzo destapó la caja de los truenos al quedarse estas entidades con solo dos de sus ocho miembros. El resto, se distribuyeron entre el Ayuntamiento, la Diputación y la Generalitat. «Legalmente, esta nueva estructura permite al Ayuntamiento mantener un férreo control sobre cualquier aspecto del torneo, sin obligarse a tener en cuenta la opinión o voto del resto de miembros del comité», lamentan. «Con tan sólo un tercio del peso de los votos , pero toda la responsabilidad en la ejecución del proyecto, de aceptar la estructura impuesta desde el Ayuntamiento gobernado por Mª José Catalá, las entidades LGTBIQ+ se verían obligadas a cargar con las posibles consecuencias fiscales, penales y legales de las decisiones tomadas por PP y Vox», agregan. No es el primer desencuentro estas organizaciones y los gobiernos -autonómico y municipal- de ambas formaciones. Hace unas semanas, Lambda anunciaba que celebrará el 28 de junio la manifestación del Día del Orgullo en Valencia , pero sin la habitual fiesta posterior en la Plaza del Ayuntamiento, ante las «injerencias, mentiras e imposiciones» que asegura que padecen por parte de la derecha.