Al menos 50 personas han sido asesinadas en un nuevo ataque israelí en un campo de refugiados en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, según han informado los servicios palestinos de Sanidad y emergencia y ha confirmado posteriormente el Ejército israelí.
“Otra atroz masacre fue cometida por las fuerzas israelíes en Rafah, que se ha cobrado hasta el momento la vida de 50 mártires y decenas de heridos, la mayoría de ellos niños y mujeres”, ha indicado un portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza. Imágenes difundidas en las redes sociales palestinas muestran un gran incendio provocado por el bombardeo aéreo sobre las tiendas de campaña provisionales en Tal al Sultan.
El bombardeo ha tenido lugar en el barrio de Tel Al-Sultan, al oeste de Rafah, donde miles de personas se refugiaban tras huir de las zonas orientales de la ciudad, tras la ofensiva terrestre israelí que se intensificó hace dos semanas, según informa Reuters. “Nunca antes en la historia se había empleado un número tan grande de herramientas de matanza en masa frente al mundo como está sucediendo ahora en Gaza, donde la población se ve privada de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible, aplastando la infraestructura y destruyendo todas las instituciones”, denunció el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.
El Comité Internacional de la Cruz Roja ha declarado que su hospital de campaña en Rafah está recibiendo un gran número de víctimas, así como otros hospitales de la zona. Un portavoz ha señalado a Al Jazeera que el sistema sanitario en Gaza es “incapaz” de hacer frente a la situación en Rafah.
También la Media Luna Roja ha señalado en X que sus equipos de ambulancias transportaban a un gran número de víctimas y que el ataque ha sido cerca de la sede de las Naciones Unidas. También ha recordado que “el lugar fue señalado por la ocupación israelí como zona humanitaria y se obligó a los ciudadanos a desplazarse allí”. “Actualmente, numerosas personas permanecen atrapadas bajo las llamas y en las tiendas destruidas por los bombardeos”, ha añadido.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Nabil Abu Rudeina, ha condenado este “ataque deliberado del ejército de la ocupación” sobre tiendas de desplazados en Rafah, provocando una “masacre que ha superado todos los límites y requiere una intervención urgente para detener inmediatamente estos crímenes contra el pueblo palestino”. Por su parte, el Ejército israelí califica el ataque de “preciso” y lo considera dirigido contra dos altos cargos de Hamás.
La organización Médicos Sin Fronteras se ha declarado “horrorizada” por la masacre, “que una vez más muestra que ningún sitio es seguro”. MSF señala que han atendido a “decenas de heridos” por el ataque y han constatado la muerte de “más de 15 personas”. “Seguimos llamando a un inmediato y sostenido alto el fuego en Gaza”, piden.
El sangriento ataque de Israel en Rafah tiene lugar horas después de Hamás lanzase ocho cohetes a Tel Aviv, en un ataque que no causó heridos ni grandes daños.
Hasta este domingo, las víctimas mortales en Gaza por la ofensiva israelí superaban los 35.900. En Cisjordania, cientos de palestinos han salido a las calles en diversas ciudades, incluido en puntos calientes como Yenín o Tulkarem, en protesta por este último ataque.
Este viernes, la Corte Internacional de Justicia ordenó a Israel detener “inmediatamente” la ofensiva en Rafah, después de que Sudáfrica solicitara hace dos semanas que la corte dictara medidas cautelares urgentes ante el ataque israelí contra esa localidad, que dio comienzo el 6 de mayo y ha provocado desde entonces el desplazamiento de unos 800.000 palestinos que se habían refugiado en el extremo sur de Gaza.
