Terminó el periplo de Quique Sánchez Flores en el Sevilla FC. De nuevo, el madrileño repitió que tenía decidido no continuar en el equipo desde hace tiempo... Ha cumplido el objetivo con creces y la afición se lo ha reconocido en el último partido agradeciéndole su trabajo. El Sevilla - Barça (1-2) se convirtió más en un plebiscito contra la directiva que en otra cosa. «Estoy emocionado, pero también muy cansado. Han sido cinco meses de un ritmo y una intensidad increíbles. Encontramos dos oasis en el desierto en los que el equipo se pareció mucho a lo que queríamos, pero en los últimos cuatro partidos el equipo ha notado el desgaste y bajó un poco el rendimiento», expresaba Quique Sánchez Flores. «La afición se ha portado muy bien conmigo. He sido parte de la crítica en algún momento, que siempre está bien, pero ha captado nuestra honestidad. Nos habría gustado acabar ganando, pero hemos estado en el partido, con aproximaciones y verticalidad por momentos, aunque en otros se notó el nivel del rival», continuó el entrenador. Cuestionado por si él decidió antes que el club su futuro, matizó que «sentía bastante antes de saberse que el ciclo había acabado. Los procesos son como son; aquí, a veces ha habido que decir muchas cosas fuera de lo normal en un grupo, ser excesivamente duro. He notado el desgaste, la erosión en los momentos difíciles. Lo tenía decidido. La dirección de un grupo, al final, te dice que 'se acabó'. Para mí estaba terminada el día del Granada (5 de mayo), pero me parecía muy pronto para anunciarlo. No creía que fueran a bajar los brazos, así que es una pena; siempre he pensado que éste era un campo brutal y lo hemos sentido muchas veces, como cuando tocó en contra. Me tocó vivir este momento. El barco llega a puerto con el deber cumplido. Tanto el Sevilla FC como yo debíamos ser responsables», sentenció. En cuanto al complicado proceso desde su llegada comenta que «lo del banquillo es una reflexión que no me pertenece hacer públicamente. Lo he hecho en privado, contextualizando cada momento. El primer mes fue muy malo, tras un partido en Granada que ganan los jugadores. Estuvimos casi un mes sin entrenar y sentí el peso en los hombros, en las espaldas. Todo cae en tu responsabilidad. Hemos sido atrevidos y valientes asumiendo el reto. Me habría gustado tener a estos grandes jugadores en otro contexto; han hecho un esfuerzo grande también». No queda contento con las últimas cuatro jornadas: «Estoy satisfecho, sobre todo, del objetivo, pero no de estos cuatro últimos resultados, porque el equipo estaba ya organizado y en una buena dinámica. No me duele, puedo entenderlo, pero no me vale como referencia o excusa. Hay otros que han perdido ocho seguidos, pero me habría gustado acabar de la forma que implementamos durante dos o tres meses». Para finalizar tuvo agradecimientos para los capitanes: «Sergio Ramos y Jesús Navas han sido fundamentales. Tienen caracteres muy diferentes, pero ejercen el liderazgo ambos: uno desde el rendimiento y otro, también desde el diálogo. El Sevilla también es de los que vienen, como Isaac, Kike Salas, Juanlu, Manu Bueno... Con el tiempo se verá», concluyó.