Hoy, domingo 26 de mayo, el santoral de la Iglesia Católica conmemora a varios beatos y santos que han formado parte de la historia del cristianismo. Además de ser una forma de honrar a los santos y beatificados, también sirve como una guía para los católicos, que pueden encontrar inspiración en las vidas y obras de estos santos. Hoy celebramos a varios santos, los más destacados son:
San Agustín de Canterbury (muerto en el 604) fue un monje benedictino italiano y el primer arzobispo de Canterbury. Es conocido como el "Apóstol de Inglaterra" por su papel crucial en la evangelización de los anglosajones y la consolidación del cristianismo en Inglaterra.
San Agustín nació en Italia y fue monje en el monasterio de San Andrés en Roma, fundado por el Papa Gregorio I, conocido como Gregorio el Grande. En 596, el Papa Gregorio eligió a Agustín para liderar una misión a Inglaterra, con el objetivo de convertir a los anglosajones al cristianismo. Este fue un encargo significativo, ya que Inglaterra estaba en gran medida pagana en ese tiempo.
Agustín y su grupo de unos 40 monjes partieron hacia Inglaterra, pero antes de llegar, el miedo y las dificultades los hicieron regresar temporalmente a Francia. Sin embargo, Gregorio el Grande los animó a continuar. Finalmente, llegaron a la isla de Thanet, en el reino de Kent, en 597. Fueron bien recibidos por el rey Ethelberto de Kent, cuya esposa, Berta, era cristiana y había facilitado su acogida.
El rey Ethelberto permitió a Agustín y sus compañeros predicar el cristianismo y les proporcionó un lugar para vivir en Canterbury. A través de sus esfuerzos, el rey Ethelberto se convirtió al cristianismo, lo que marcó un hito importante en la misión de Agustín. Esta conversión influyó en muchos de los súbditos del rey, ayudando a establecer una base sólida para la expansión del cristianismo en Inglaterra.
San Agustín de Canterbury murió el 26 de mayo de 604. Fue enterrado en la abadía de San Agustín en Canterbury, que él mismo había fundado. Su trabajo y legado continuaron a través de sus discípulos y de la estructura eclesiástica que ayudó a establecer.
Es recordado como uno de los grandes misioneros de la Iglesia y su fiesta se celebra el 27 de mayo. Su misión marcó el comienzo de una nueva era para el cristianismo en Inglaterra y sentó las bases para la Iglesia inglesa. Su dedicación y éxito en la evangelización de los anglosajones le han ganado un lugar destacado en la historia de la Iglesia.
San Eutropio de Orange:
San Bruno de Würzburg:
San Restituto de Cagliari:
