En pleno desfogue sobre la mediocre política contemporánea, Felipe González respondió en 'El Hormiguero' al remoquete de anciano que le ha colocado Zapatero con una exclamación cargada de profundidad: «¡Soy antiguo y soy de Sevilla!». Para un socialdemócrata español, ser sevillano es un marchamo de firmeza ideológica. Sevilla construyó el socialismo vencedor, el que se alejó del marxismo para ofrecer a la sociedad un marco ideológico progresista democrático. La camada del despacho laboralista de la calle Capitán Vigueras elaboró un ideario moderno que sacaba a España del frentismo y de la dictadura para situarla en la vanguardia de Europa y que obligaba a la derecha a abandonar ciertos principios obsoletos de inspiración totalitaria para integrarse de pleno en la dinámica...
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