Toni Kroos colgará las botas en su apogeo profesional para coronarse en el olimpo del madridismo y como paradigma del sentido de la medida. Al alemán nadie lo verá arrastrarse por una cancha saudita como se ven a los viejos galácticos de su mundillo o como vemos después de veinte años a toreros ya caducos. El centrocampista ha elegido irse en plenitud, diez minutos antes de que llegase la primera insinuación. Entre otras cosas, una retirada a tiempo es una victoria porque la última imagen es la que perdura en la memoria colectiva. Unos días después fue «a divertirse al Hormiguero» Felipe González, que quiso retirarse en 1996 tras ver frente al espejo la cara de la derrota pero que...
Ver Más