Ruidajera liberalia en Madrid porque Pedro Sánchez ha tenido el valor de escenificar en un Pleno del Congreso la ignominia democrática que supone un Banco Azul en el Parlamento (que no lo es). —¡Sánchez ordena a Armengol que quite la palabra a Feijoo! ¿Adónde iremos a parar? Vamos a parar al 78, cuyos constituyentes aceptaron (¿qué no aceptó aquella pobre gente?) el Banco Azul, cuya sola función es la intimidación. Sánchez, el Ejecutivo, da órdenes a Armengol, el Legislativo, porque puede, pues carece de control político, exactamente igual que pudieron hacer Suárez, Calvo-Sotelo, González, Aznar, Zapatero y Rajoy. Lo que pasa es que, en la cosa de la democracia política, nuestros liberalios (periodistas, profesores, juristas) son la apoteosis de la...
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