La última moda en viajes es pasar la noche en antiguas capillas o iglesias
Una de las tendencias de viaje que está en pleno apogeo en Reino Unido es el champing, palabra que fusiona church (iglesia) y camping (acampar), o lo que es lo mismo acampar en una iglesia.
Aquellos que lo practican se sienten atraídos por la emoción que despierta pasar una noche mística durmiendo sobre tumbas centenarias y restos arqueológicos.
En Inglaterra y Escocia está teniendo tal auge que la Asociación para la Conservación de las Iglesias permite reservar 19 de los 354 edificios que gestiona para poder vivir la experiencia durante una noche, con el objetivo de financiar el mantenimiento de estos monumentos.
Si te llama la atención, una opción para vivirlo en nuestro país, de forma adaptada y sin sobresaltos, es hacerlo en un antiguo convento reconvertido en hotel, algo que resulta muy apetecible, diferenciador y permite vivir una experiencia única.
Además, reciclar edificios históricos y convertirlos en hoteles es una manera de salvaguardar el patrimonio monumental y cultural, evitando que determinados inmuebles se echen a perder.
Un lugar ideal es el Hotel Convento Aracena & Spa, que tiene todo pensado para ofrecer una escapada de ensueño. Situado en un antiguo convento del S.XVII y con un entorno monumental es la ubicación perfecta para unas vacaciones.
Este histórico edificio que dejó de pertenecer a la Iglesia en 1972 ha sido recuperado para albergar desde 2013 el hotel más significativo de toda la comarca del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche.
Se ha creado un perfecto equilibrio entre los elementos clásicos del antiguo edificio y la decoración e instalaciones dignas de un moderno hotel con todo lujo de detalles y confort.
Pasear contemplando los bellos paisajes de la Sierra de Huelva, observar el humo de las chimeneas en invierno y escuchar el cantar de los pájaros en verano, o simplemente disfrutar del acogedor ambiente de este singular hotel hará sentir a los huéspedes tan cómodos como en casa y tan especiales como en un cuento, sin olvidar el espectacular SPA donde poder pasar un rato agradable cuidándonos con sus tratamientos.
Y, por último, pero no menos importante, para que un viaje inolvidable lo sea aún más, hay que disfrutar también de una gran experiencia gastronómica. El restaurante Huerto Nun, en el antiguo huerto de las monjas dominicas, ha conseguido integrar lo moderno con lo clásico, sacándole el máximo partido al cerdo ibérico de bellota. Propone un menú vanguardista y tradicional basado en los elementos de la naturaleza, con la excelente materia prima de la región y las especias aromáticas del propio huerto del S. XVII
