Administradores de tres asociaciones solidaristas contaron a ‘La Nación’ cómo enfrentan el proceso de intervención de la cooperativa
Las asociaciones solidaristas son uno de los sectores con mayor incertidumbre por la intervención de Coopeservidores.
Un grupo de 326 tienen inversiones allí y desconocen el futuro de los recursos.
Administradores de tres asociaciones contaron a La Nación cómo enfrentan el proceso de intervención de la cooperativa. Coincidieron en que la situación puede generar preocupación entres sus asociados, pero mantienen cautela durante el proceso.
Este miércoles, más de 500 integrantes de estas organizaciones participaron de forma presencial y virtual en una reunión convocada por la Confederación Nacional de Asociaciones Solidaristas (Conasol) y el Movimiento Solidarista Costarricense (MSC) en la que se debatieron las acciones a seguir tras la intervención de la cooperativa.
Las asociaciones solidaristas se nutren de los recursos que aportan sus asociados y del aporte patronal correspondiente a la cesantía de sus trabajadores.
La normativa costarricense las faculta para adquirir bienes, celebrar contratos yrealizar actividades de ahorro, crédito e inversión en el sistema financiero. Los excedentes generados de forma anual se distribuyen entre los afiliados.
Jairo Araya, administrador de la Asociación Solidarista de Empleados de CM Barre Precios S.A. y Afines (Asemex), explicó que la agrupación mantiene una inversión de ¢200 millones en dos certificados de depósito a plazo (CDP), cada uno por ¢100 millones.
“Es una situación preocupante, pero hay que esperarse a que den el resultado correspondiente (sobre la intervención) para dar información certera a nuestros asociados y no especular”, explicó el administrador de Asemex, de 800 asociados.
Araya dijo tener conocimiento de asociaciones que han tenido una desafiliación masiva, sin mencionar nombres, y prevé que las agrupaciones con ahorros en Coopeservidores puedan entregar resultados positivos a sus asociados.
Coopeservidores captó ahorros de 326 asociaciones solidaristas
De igual forma, William Hernández, de la Asociación Solidarista de Empleados de Big Cola (Asobig), dijo que cuentan con ahorros en la entidad intervenida.
Él espera que una vez finalice el proceso, tengan noticias positivas sobre el dinero y, mientras tanto, se debe mantener cautela.
“Estamos asesorados con un movimiento que nos está apoyando bastante y el país tiene mucho músculo para solventar la situación”, señaló.
Según Hernández, la mayor incertidumbre se encuentra en que se genere un impacto sistémico en caso de que muchos ahorrantes acudan a las entidades a retirar sus ahorros. Sin embargo, señaló que mantiene confianza en el sistema financiero para evitar ese escenario.
El gerente de una asociación de una empresa del sector comercio, que prefirió no revelar el nombre, indicó que mantiene un CDP en Coopeservidores, y está a la espera de la resolución del interventor para comunicar la información a los asociados.
Según explicó no han tenido desafiliaciones de ninguno de sus 180 asociados después de la intervención de la cooperativa, pero coincidió en que es necesario manejar la situación con prudencia para evitar una situación de alarma grupal.
“Hay que buscar cómo les comunicamos a los asociados sin tener una salida masiva. No queremos que se genere una alarma”, señaló.
Guido Alberto Monge, vicepresidente ejecutivo del Movimiento Solidarista, señaló que “hay mucho ruido y angustia” alrededor del tema en el sector solidarista.
No obstante, hizo un llamado a esperar a que finalice el proceso de intervención de 30 días hábiles ordenado por Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) desde el13 de mayo.
