La Comisión Europea ha impuesto una multa de 337,5 millones de euros a la empresa chocolatera Mondelez, encargada de comercializar productos tan conocidos por los europeos como Milka, Oreo, Toblerone o Côte dOr. El Ejecutivo comunitario ha decidido imponer esta sanción económica al considerar que la empresa estaba llevando a cabo una serie de prácticas anticompetitivas que impedían que bajaran los precios de estos productos, lo que ha acabado perjudicando a los consumidores europeos que han tenido que soportar unos precios artificialmente elevados.
Según ha constatado el Ejecutivo comunitario tras una investigación, la compañía impedía a los minoristas poder adquirir libremente productos en los Estados miembros con precios más bajos, lo que acababa dividiendo de manera planificada los precios en el mercado único. Según ha explicado la Comisión Europea en un comunicado, “el objetivo de Mondelez era evitar que el comercio transfronterizo condujera a bajadas de los precios más altos. Semejantes prácticas ilegales permitieron a Mondelez seguir cobrando más por sus propios productos, en detrimento final de los consumidores de la UE”.
Según Bruselas, la empresa chocolatera con sede en EE UU puso en marcha 22 acuerdos anticompetitivos para limitar los territorios o clientes de los siete clientes intermediarios de mayor tamaño. De esta forma, estos mayoristas veían limitada su capacidad de acción sobre los productos que podían revender. Además, los clientes también estaban obligados a aplicar precios más elevados a las exportaciones que a la venta nacional. Además, Mondelez también impidió que ciertos distribuidores exclusivos pudieran vender los productos a empresas fuera de la UE sin el visto bueno previo de la compañía.
Según la Comisión Europea, estas prácticas en contra de la libertad de comercio de la UE, se produjeron entre 2006 y 2020 en todos los mercados del club comunitario. Bruselas ha establecido esta multa teniendo en cuenta la gravedad y la duración de las infracciones, si bien la empresa se ha beneficiado de una reducción de un 15% respecto a la multa inicial ya que ha cooperado con la Comisión Europea y ha reconocido no haber respetado las normas de competencia en el mercado único.