La cantante Rozalén ha visitado la acampada por Palestina en la explanada de la Universidad Complutense, donde ha hecho un pequeño concierto improvisado, tras preguntar y escuchar atenta a los jóvenes que han querido contar por qué estaban ahí, sentados todos en el suelo en una rueda a la que luego se unió el cantautor Marwan.
“Me parece que nos estamos acostumbrando a un nivel de violencia que no es normal y lo que está ocurriendo es algo que me hace echarme las manos a la cabeza”, ha dicho Rozalén a su llegada.
“Somos muchos compañeros y compañeras los que queremos ofrecer nuestro apoyo”, pero “sin que se desvíe la atención, aquí los protagonistas son los estudiantes. Por eso quiero saber lo que opinan ellos, que son el futuro y son los que nos meten mucha caña y nos ponen en nuestro sitio”, ha explicado.
“Estamos aquí como ciudadanas que piensan, que tienen opinión ante algo que les parece injusto”, ha dicho Rozalén antes de agradecer a los estudiantes su ejemplo, valentía y sensibilidad, y ha recordado cómo ella, con los años, se ha “vuelto cada vez más sensible”, y ha reconocido que el mundo cada vez le “duele más”.
Poco a poco los estudiantes fueron desgranando sus razones, como su afán de luchar contra la injusticia y la deshumanización entre otras, ante la atenta escucha de la cantautora, a la que luego se unió Marwan, cuyo padre es palestino.
Rozalén ha interpretado cuatro canciones, a petición de los estudiantes, empezando por 'Entonces', 'Comerte a besos', 'La puerta violeta' y 'Girasoles'.
Ella y Marwan hablaron del miedo que tenían en sus inicios a ir contracorriente, de los ataques y amenazas que ambos han sufrido en las redes sociales, para terminar animando a los acampados, sobre todo Marwan, porque al final, ha dicho, son ataques anónimos sin más consecuencias que amedrentar a quienes piensan distinto.