Mientras que las medianas empresas ya experimentaron una mejora en las ventas deflactadas previo al inicio de la presidencia de Javier Milei, las pymes pequeñas continúan en la tendencia en caída desde el cuarto trimestre del 2021. Esto amplió la brecha entre ambas con el riesgo de nuevos despidos.
Los datos se desprendieron del seminario de la Fundación Observatorio Pequeñas y Medianas Empresas (FOP). Si bien el promedio en el sector está a la baja, se detectó que al interior la evolución no fue igual: las medianas siguieron en fase expansiva y las pequeñas en contractiva.
En el primer trimestre de 2024, a precios constantes, las medianas tuvieron un alza en sus ventas del 15,6%. Lo que supuso un salto de 13,6 puntos porcentuales respecto a los últimos tres meses del gobierno de Alberto Fernández (+2%).
Un repunte que no lograron las empresas de menos de 50 empleados que incluso profundizaron la pendiente: en el periodo pasado de enero a marzo, las ventas presentaron una evolución negativa del 22,6%, en línea con la de octubre-diciembre de 2023 (-21,3%).
La cual no es nuevo de la gestión de La Libertad Avanza (LLA), sino que inició hace más de tres años, aunque sí con agravamiento desde el cuarto trimestre de 2022, cuando el indicador rompió el piso de los dos dígitos negativos (-11,2%).
"Todo el rebote y desempeño es una cuestión de tamaño: hay un mínimo óptimo en la economía argentina. La caída de las pequeñas es estructural, responde a las máquinas, la gestión y digitalización", declaró el director de FOP, Vicente Donato. Y encendió una alerta, dado que aseguró, que el cierre de las pequeñas empresas (aquellas de entre 10 a 50 empleados) implicaría, en parte, la destrucción de la generación de empleo en el país.
A pesar de que el Índice de Confianza Empresaria PyME (ICEPyME) se encuentra en niveles similares a la gestión de Mauricio Macri (2015-2019) y con una diferencia considerable respecto a los de producción, se contemplan recortes de personal.
"Lo que está tirando para arriba la confianza son las expectativas, en especial del sector de software y de servicios informativos (SSI) (54,3%), porque la manufacturera (46,7%) subió, pero en una pendiente menor", puntualizó Donato.
Pese al optimismo futuro, entre las medidas para afrontar la caída en las ventas internas, el 50% de las pymes manufactureras destacó la "Reducción y/o eliminación de horas extras de personal", un porcentaje que fue menor en las de software y servicios informáticos (25%).
Aunque no fue la más alta, las variables que mayor ponderación de recorte presentaron para ambos casos fue "Reducción de gastos operativos" con el 64% y 92%; y "Postergación de inversiones" con 59% y 83% respectivamente.
A pesar de las alertas que se generaron frente a la apertura de las importaciones a ciertos productos de la canasta básica y artículos de limpieza que llevó a cabo el Gobierno para apuntar la baja de la inflación, la competencia con el mercado externo no apareció entre las principales preocupaciones de los encuestados por la fundación.
La delantera la tuvo "Caída en las ventas" con un 79%, lo que implicó un aumento 9 puntos porcentuales respecto a la última consulta de febrero (70%); seguido por "Aumento en los costos salariales" (73% vs. 69%). A contramano de "Aumento en los costos de las materias primas" y "Dificultades para el financiamiento" cuyas consideraciones bajaron de 83% a 67% y de 40% a 29% respectivamente.