Una semana lleva el oficialismo proclamando la muerte del 'procés' a partir del hecho incontrovertible de la derrota electoral de las fuerzas independentistas. Derrota o muerte –el matiz es importante porque la primera se puede revertir y la segunda sería definitiva–, Sánchez se la atribuye a su política de amnistía, indultos y demás concesiones de impunidad a medida que han revocado la actuación legítima de la administración de justicia. Propaganda aparte, es evidente que la insurrección institucional no se puede (por ahora) repetir porque el separatismo en su conjunto ha perdido la mayoría, lo que objetivamente constituye una excelente noticia. Pero lo que está por ver es si la manera de enterrar el movimiento de secesión consiste en que un...
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