La tumba de Cleopatra es uno de los enigmas para todos los arqueólogos que buscan descifrar los misterios de la gobernante del Antiguo Egipto desde hace siglos.
Hace más de un año se develó una pista que podría acercar a la doctora Kathleen Martínez al legendario mausoleo de la emperatriz de Egipto. En ese entonces encontraron una estructura de 13 metros bajo tierra en los alrededores del templo de Osiris.
Tras excavar más de 1302 metros de arenisca, el equipo de arqueólogos encontró una estructura totalmente conservada y en perfectas condiciones. Según lo informado, es una obra de ingeniería sorprendente para la época.
A través de las imágenes difundidas por el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, se aprecia un camino largo con un techo macizo y triangular sobre las paredes de piedra.
La arqueóloga a cargo, Kathleen Martínez, afirmó que el túnel tiene alrededor de dos metros de alto y podría ser de gran importancia por la presencia de agua.
Martínez aseguró que el nuevo descubrimiento podría ser crucial para resolver el misterio. La arqueóloga dominicana dio a conocer a mediados de febrero, pero se conoció recientemente.
Sobre la investigación, hay muchos egiptólogos creen que la emperatriz está enterrada en la antigua ciudad de Alejandría, la cual en parte está sumergida bajo el agua.
Es la segunda ciudad más importante de Egipto, después de El Cairo. Fue fundada por Alejandro Magno en el año 331 antes de Cristo en una estratégica región portuaria.
La doctora Martínez contó que la tumba de Cleopatra podría estar el templo de Taposiris Magna, conocida como "gran tumba de Osiris". Esta teoría fue confirmada porque encontró un artefacto considera una "placa de cimientos".
Se trata de una tableta de piedra del tamaño de un celular, que era colocada debajo de las principales piedras estructurales. La misma tendría información clave sobre el cuándo y por qué se construyó el templo.
Durante su investigación, Martínez desenterró todo el templo para después encontrar otro al lado. Así fue encontraron monedas con la inscripción "Reina Cleopatra", que estaban escritas en una cara y su rostro estaba en la otra.
El grupo de arqueólogos notó que había una avenida procesional que atravesaba -y conectaba- el templo principal y terminaba en el mar Mediterráneo.
Para explorarla era necesaria una autorización para ingresar al lugar y una placa de evidencia, la cual consiguieron y decía: "El Rey del alto y bajo Egipto Ptolomeo V vive para siempre amado por Isis, hijo de Ptolomeo IV Rey del alto y bajo Egipto, y su esposa, Arsenoe III, ambos dioses benévolos, consagraron este templo a la madre Isis".
La inscripción sirvió como evidencia concreta de que el templo fue realizado para la diosa, pero no hay mapas del antiguo Egipto que hagan referencia a él.
A partir de este descubrimiento, una de las teorías que la parte sumergida de Alejandría sería en la que se encontraba el templo. Por lo tanto, siguió con su investigación en conjunto con el arqueólogo subacuático Robert Ballard, descubridor del Titanic.
En el lugar se hallaron estructuran que no eran marinas. Tenían entre dos y tres metros de altura en el mar, donde también encontraron basalto, material que correspondía a las primeras estatuas que encontraron en el templo.
Así, concluyeron que las estructuras nuevas eran terrestres. La arqueóloga dominicana y su equipo aguardan por la próxima temporada de excavación con el objetivo de explorar hasta 10 kilómetros de la costa.