Esto se acaba. Córdoba se queda sola. Despidámonos. Alegrémonos de habernos conocido. Y hasta que nos volvamos a ver en los verdes campos del Edén . Adiós tranquilidad, adiós contento, / adiós fino, jamón, callejas, flores. / Adiós, árbol natal de ruiseñores. / Si digo que te quiero, no te miento. El bullicio de mayo nos hace perder la perspectiva de la soledad. Pero a Córdoba le queda apenas un siglo de estar habitada, si es que le queda tanto. En el último año ha perdido cerca de cuatro mil habitantes. Se han ido en busca de una vida mejor, que no es todavía la vida eterna. Lo cuenta este periódico , que lo cuenta todo, lo alegre y lo...
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